El Dr. Joaquín Bellmunt, responsable de investigación en cáncer genitourinario del Servicio de Oncología del Hospital del Mar y director del Bladder Cancer Center de Dana Farber Cancer Institute (Universidad de Harvard), ha dirigido un estudio que demuestra los beneficios de la quimioterapia complementaria para tratar el cáncer de vejiga, el cuarto cáncer más frecuente en hombres y que está muy vinculado al hábito de fumar.
En concreto, la investigación en la que han participado investigadores de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, y que ha sido publicada en la revista European Urology, señala una reducción del riesgo de mortalidad en un 22% en pacientes tratados con quimioterapia después de la cistectomía, la extirpación de la vejiga, en comparación con pacientes que sólo han sido tratados con cirugía. Este es el primer metanálisis sobre el papel de la quimioterapia posterior a la cirugía de vejiga desde 2005.
Menos recaídas
Los resultados del estudio también demuestran el beneficio de esta estrategia terapéutica en cuanto al tiempo de supervivencia sin cáncer, con un descenso del 34% en el riesgo de recaída en comparación con el grupo control. "Además, según los nuevos datos, el uso de quimioterapia después de la cistectomía, quimioterapia adyuvante, sería especialmente recomendable para los pacientes en los que el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos", explica Joaquim Bellmunt en una nota de prensa.
Los investigadores han analizado los datos de nueve estudios aleatorizados realizados entre 1991 y 2012, utilizando una innovadora metodología de análisis estadístico. En total, el estudio incluyó 945 pacientes, de los cuales 475 recibieron quimioterapia adyuvante y el resto fueron tratados sólo con cirugía.
Implicación en la práctica clínica
Estos resultados pueden tener implicaciones en la práctica clínica, sobre todo teniendo en cuenta que estudios recientes en hospitales de Estados Unidos y Europa evidenciaban que esta estrategia conjunta, la cirugía más la quimioterapia posterior, sólo se utiliza en un limitado porcentaje de enfermos (alrededor del 20%) de los pacientes. "El papel de la quimioterapia adyuvante no está del todo definido para el tratamiento del cáncer de vejiga en esta etapa de la enfermedad. Nuestros resultados refuerzan su uso cuando el cáncer ya ha traspasado el tejido muscular que rodea la vejiga y especialmente en pacientes con afectación ganglionar", señala el investigador.
La incidencia de esta enfermedad en España es de las más altas del mundo con 4.100 muertes por año.