La obesidad severa que ocasiona trágicos trastornos para la salud puede prevenirse, si se ataja a tiempo con una visita al médico, además de seguir hábitos saludables de vida. Entre los recientes avances médicos que se han logrado en materia de nutrición y enfermedades metabólicas está el que se ha desarrollado en el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).
La investigación, dirigida por el doctor José Manuel Fernández-Real, de CIBERobn, y el doctor Abel López-Bermejo, del Servicio de Pediatría del Hospital Josep Trueta, ha demostrado que algunas estructuras moleculares, conocidas como ARN, encargadas de convertir la información genética del ADN en algo funcional para el organismo, están desregularizadas en los niños obesos.
“Partiendo de una muestra de 125 niños, de los que 80 tenían un peso normal y 30 tenían exceso de peso, pudimos constatar que 15 microRNAs circulantes específicos estaban liberalizados en la obesidad prepuberal, asociándolos a un índice de masa corporal y a otros parámetros de obesidad como el porcentaje de masa grasa, circunferencia de cintura o la distribución localizada de la grasa, entre otros”, explica el doctor Fernández-Real.
Identificar problemas metabólicos en el futuro
El estudio, publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, tiene una aplicación práctica para la prevención de la obesidad, pues los microARNs se convierten en biomarcadores (referencias a una característica diferencial entre dos individuos) de enfermedades metabólicas y potenciales objetivos terapéuticos. En otras palabras, van a permitir identificar a los niños obesos que pueden llegar a sufrir anomalías metabólicas en la edad adulta, según el CIBERobn. Entre las enfermedades asociadas al sobrepeso están la diabetes y la depresión.
“Haber identificado los 15 microARNs que están alterados en los niños obesos nos permite detectar marcadores de diagnóstico o pronóstico y dianas terapéuticas para la predicción o tratamiento de la obesidad”, mantiene el doctor Fernández-Real. “Esto permite diseñar fármacos que bloqueen específicamente la vía patogénica en la que la desregularización de la expresión génica juega un papel central”.
