El cáncer gástrico es el cuarto cáncer más común a nivel mundial y la segunda causa de muerte por cáncer. Hasta ahora el tratamiento consiste en hacer quimioterapia, con lo que supervivencia media se extiende entre 8 y 10 meses. Sin embargo, se viene trabajando en una terapia de segunda línea de tratamiento de este tipo de cáncer. En esta investigación participan científicos del Hospital Universitario Vall d'Hebron y del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
Según un comunicado de la Generalitat de Catalunya, este estudio, ya en fase III, demuestra que “el uso de un anticuerpo llamado ramucirumab inhibe la acción de diversas proteínas implicadas en el crecimiento del tumor, prolongando la supervivencia de los pacientes con cáncer gástrico avanzado”. En el estudio participaron 355 pacientes con cáncer gástrico, de los que 238 recibieron ramucirumab, además de la quimioterapia. El anticuerpo actuó como inhibidor de un grupo de proteínas que estimulan la angiogénesis (crecimiento de tumores malignos).
Un tratamiento que ofrece una supervivencia superior
El ensayo, publicado en The Lancet, concluye que los pacientes tratados con ramucirumab tuvieron una mejora de la media de supervivencia (5,2 meses frente a los 3,8 meses del grupo control que solo recibió quimioterapia), un mejor control del tumor y una reducción notable del riesgo de progresión de la enfermedad o muerte. A los 6 meses del tratamiento con ramucirumab la supervivencia de estos pacientes fue del 40%, mientras que la respuesta con el tratamiento estándar fue notablemente inferior (por debajo del 20%).
"Los resultados de este estudio son importantes por múltiples motivos”, afirma el doctor Josep Tabernero, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d'Hebron. “El estudio resucita el concepto de que la inhibición del proceso de angiogénesis es importante en el cáncer gástrico y puede dar resultado en los pacientes que tienen esta enfermedad. Esto es importante porque estudios anteriores realizados con el fármaco bevacizumab —que inhibe el factor de crecimiento del endotelio vascular VEGF— no habían demostrado un beneficio significativo en esta patología”. Se abre una puerta para mejorar el tratamiento a los enfermos con cáncer gástrico.