Una investigación realizada en España da una noticia buena y una mala. La mala es que los fetos concebidos por reproducción asistida sufren cambios en el corazón y las arterias que persisten después del nacimiento. Estos cambios generan trastornos similares a los de los diabéticos y obesos, lo que aumenta el riesgo de problemas cardiovasculares cuando son adultos.
La buena noticia que da el estudio realizado entre el Hospital Clínic IDIBAPS de Barcelona, Centro de Investigación en Medicina Fetal, Sant Joan de Déu y la Universidad Pompeu Fabra, dirigido por los doctores Eduard Gratacós y Juan Balasch, es que el paciente puede prevenir estas posibles enfermedades intrauterinas con una dieta adecuada, que proteja el sistema cardiovascular.
Este grupo de investigadores de Cataluña descubrieron, en un trabajo anterior, que los niños concebidos con reproducción asistida “ya en el útero materno presentaban importantes cambios en la forma y función del corazón fetal, y después del parto estos cambios persistían, asociándose también a hipertensión y a un aumento del grosor de las arterias. Todos los cambios observados en los niños y niñas se consideran marcadores de mayor riesgo cardiovascular futuro, incluyendo hipertensión y pre-arteriosclerosis”.
La infertilidad, una de las culpables
Sobre este trabajo, la revista Circulation de la American Heart Association, asegura que no se trata de un efecto directo de las técnicas de reproducción. La causa estaría en que el mismo problema que produjo la infertilidad puede influir después en que el feto presente más problemas, además de que estos embarazos suelen presentar, con mayor frecuencia, retraso de crecimiento fetal.
Otra buena noticia que trae el Centro de Investigación en Medicina Fetal es que han desarrollado nuevos métodos para seleccionar los fetos con mayor riesgo cardiovascular, a partir de las ecocardiografías. Al detectar o no problemas, se puede hacer un seguimiento más cercano de la presión arterial. Esto beneficiaría a cerca de 10.000 niños en España (entre 1 y 4% de los embarazos es por reproducción asistida) y hasta 200.000 en Europa y Estados Unidos.