![El frío incrementa el riesgo de infarto](/RC/201309/03/salud/Media/frio--647x231.jpg)
El clima frío provoca más ataques cardiacos, según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que se celebra en Ámsterdam hasta el 4 de septiembre. La investigación, realizada por investigadores del Hospital Universitario de Antwerp, evaluó los factores ambientales desencadenantes del infarto agudo de miocardio (IAM). El equipo dirigido por Marc Claeys, analizó los datos de pacientes con IAM, sometidos a intervención coronaria percutánea primaria, durante el periodo 2006-2009 en 32 centros belgas. Los casos de IAM se correlacionaron con los datos meteorológicos semanales medios obtenidos a partir de mediciones diarias en 73 sitios distribuidos por Bélgica.
Se investigó la contaminación del aire expresada como partículas, el humo negro, la temperatura y la humedad relativa. Durante el periodo de estudio ingresaron un total de 15.964 pacientes con IAM (edad media 63 años, 24,8% mujeres). El análisis mostró que sólo la temperatura se correlacionó significativamente con el IAM, y que, para cada disminución del 10% en la temperatura mínima, se produjo un aumento significativo de 7% en la incidencia de IAM. Sin embargo, no se encontró ninguna relación entre los ataques cardiacos y la contaminación atmosférica.
No solo en invierno
“El análisis adicional demostró que el efecto desencadenante de la baja temperatura también estuvo presente fuera de la temporada de invierno”, señaló Claeys en un comunicado emitido por la ESC. Al parecer, las diferencias más pequeñas entre la temperatura interior y al aire libre también pueden precipitar un infarto. Además, debajo de una temperatura mínima de 10 ° C no hay ningún efecto adicional en la ocurrencia del infarto agudo de miocardio.
“Un posible mecanismo para explicar el aumento del riesgo de eventos coronarios asociados con la disminución de la temperatura es la estimulación de los receptores de frío en la piel y por lo tanto del sistema nervioso simpático, lo que lleva a un aumento de los niveles de catecolaminas. Por otra parte, el aumento de la agregación plaquetaria y la viscosidad de la sangre durante la exposición al frío promueve la trombosis y la formación de coágulos “, explicó Claeys.
Según el especialista, “la baja temperatura es de lejos el factor ambiental más importante en el IAM, mientras que la contaminación del aire tiene un efecto insignificante. Las personas con un mayor riesgo de IAM (por ejemplo, los pacientes ancianos con diabetes e hipertensión) pueden minimizar su riesgo al evitar grandes cambios de temperatura. Esto se traduce en usar ropa adecuada al pasar de los lugares interiores cálidos hacia el exterior más frío, incluso en estaciones distintas al invierno”.