
Hay una correlación directa entre el tratamiento prolongado con antibióticos y el aumento de peso, al menos a tener de un estudio realizado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En el intestino tenemos millones de bacterias que interactúan entre ellas —lo que conocemos como flora intestinal— que son esenciales para el desarrollo de nuestro organismo.
La edad, el origen geográfico y otros factores como la obesidad y la dieta, el embarazo o el uso de anibióticos pueden modificar la diversidad microbiana intestinal.
«El estudio sugiere que el desarrollo de la obesidad y el tratamiento prolongado con antibióticos modifica la flora intestinal de tal forma que sus enzimas se hacen más activas, lo que favorece la rápida y desequilibrada asimilación de carbohidratos y, a su vez, el desarrollo de la obesidad, trastornos alimenticios y, en última instancia, diabetes», explica Manuel Ferrer, del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC.
El mismo estudio ha demostrado también que hay un vínculo entre la actividad metabólica de las bacterias del intestino con el índice de masa corporal, la glucemia en ayunas y la resistencia a la insulina.