La fibrilación auricular es el tipo de arritmia más común en España, que afecta al 4,4% de la población mayor de 40 años. Para combatirla, a un gran porcentaje de los afectados, 67%, se les indica fármacos anticoagulantes como tratamiento preventivo del ictus. Pero a un 15% de estos pacientes no se les recomendaba este tratamiento por el riesgo a sufrir hemorragias o por no estar bien controlados a pesar de estar tomándolos.

Sin embargo, en los últimos años se ha desarrollado una nueva técnica, conocida como ‘cierre percutáneo de la orejuela izquierda’, que impide la formación de trombos sin favorecer el riesgo de sangrado. “El cierre percutáneo de la orejuela izquierda consiste en introducir en este apéndice de la aurícula izquierda un dispositivo que tapona esta zona, excluyéndola de la circulación y evitando, así, el movimiento del trombo. En definitiva, se crea una barrera mecánica que aísla el trombo para que este no cause un accidente cerebrovascular”, explica el Dr. Ricardo Ruiz Granell, jefe de la sección de Cardioestimulación de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico de Valencia.

Dos ventajas del nuevo tratamiento

Las ventajas del tratamiento presentado en el marco de la XII Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), son dos: que resulta eficaz para controlar la fibrilación auricular y, por otro, dejar de tomar anticoagulantes o antiagregantes, lo que produce un riesgo alto de hemorragia. “El riesgo inicial de sangrado asociado a una operación de este tipo se desvanece con el tiempo, mientras que los pacientes que toman algún anticoagulante tendrán riesgo de hemorragia el resto de su vida”, asegura Ruiz Granell.

Se calcula que es el 67% de los pacientes con FA el que debe tomar algún tipo de anticoagulante como medida de prevención de ictus. Aun así, al 15% de estos pacientes no se les recomienda su uso o por tener un alto riesgo de hemorragia derivada de la toma de estos fármacos o por no estar bien controlados a pesar de estar tomándolos.

Riesgo de ictus

La fibrilación auricular quintuplica el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, sobre todo entre personas que presentan otros factores de riesgo, como edad avanzada, hipertensión, diabetes, insuficiencia cardiaca o antecedentes de ictus. Por eso es importante que se descubra una nueva técnica para combatirla, sobre todo para que pueda ser utilizada por aquellos pacientes impedidos de usar la solución tradicional de los anticoagulantes.

El cierre percutáneo de la orejuela izquierda se ha incorporado en las guías de práctica clínica de la European Society of Cardiology (ESC) como tratamiento recomendados para la arritmia y, poco a poco, se introduce en la práctica médica de España, como parte de los esfuerzos para evitar accidentes cerebrovasculares.