
Los trastornos del sueño afectan a más del 30% de la población española, de los cuales, un 4% lo padece de forma crónica, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Aunque la tipología de estos trastornos es muy variada, casi todos coinciden en un aspecto clave: la falta de diagnóstico. De hecho, la SEN estima que un 90% de los pacientes con apnea del sueño o con síndrome de piernas inquietas y entre un 60 y un 80% de los pacientes con narcolepsia, no están diagnosticados.
«A pesar de los avances que se han producido en los últimos años, tanto en diagnóstico como tratamiento, en demasiadas ocasiones, pasan desapercibidos y no se tratan adecuadamente. Sin embargo, es importante darles la relevancia que realmente tienen, ya que no sólo se reduce la calidad de vida y el rendimiento diario de quienes lo sufren, sino que no dormir adecuadamente aumenta el riesgo de hipertensión y, por tanto, de sufrir un accidente cerebrovascular, afecta a la capacidad intelectual, al rendimiento, y puede agravar el propio desarrollo de otras enfermedades que, entre otros síntomas, cursan con trastornos del sueño», explica el doctor Hernando Pérez Díaz, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
Narcolepsia
Este trastorno tiene hoy 18 de marzo su Día Europeo con el objetivo de concienciar a la población de la problemática que viven estos pacientes y de la importancia de acudir a un neurólogo cuando se experimente su principal síntoma y el más incapacitante: la somnolencia excesiva diurna.
Aunque parece afectar a poca gente –unas 25.000 personas en España–, hay que tener en cuenta el alto porcentaje de pacientes sin diagnosticar y que a menudo no se detecta hasta diez años más tarde de haber padecido los primeros síntomas.
«La principal traba para el diagnóstico de trastornos como la narcolepsia es que sus síntomas se pueden atribuir a otras causas más habituales, como exceso de trabajo, estrés, falta de sueño,… Además, a los pacientes con somnolencia diurna, a menudo se les acusa de vagos, juerguistas o carentes de vitaminas, por los prejuicios existentes en la población hacia este tipo de problemas», explica el doctor Hernando Pérez. “Es importante, por lo tanto, no solo concienciar a la población sobre la problemática que viven estos pacientes, sino saber que se debe acudir al neurólogo cuando se experimente somnolencia excesiva durante más de tres meses”.
Por qué se produce
La narcolepsia se produce generalmente por la carencia de un neuropéptido llamado hipocretina, responsable de que nos mantengamos en vigilia.
Su principal síntoma es la cataplejía, episodios súbitos de perdida de tono muscular: parciales, percibidos como pequeñas sacudidas mandibulares, caídas de la cabeza o debilidad en las piernas; o completas, con incluso caídas al suelo.
Estos se desencadenan por emociones intensas tanto positivas –algo que provoque mucha risa– como negativas –una discusión acalorada–. Además, los pacientes asocian parálisis de sueño y alucinaciones visuales, táctiles o auditivas, al inicio del sueño o al despertar.