La ruptura de ligamentos cruzados de la rodilla es una lesión grave en alguien que realiza actividad deportiva regular. Su abordaje terapéutico requiere, en la mayoría de los casos, una intervención de ligamentoplastia (reconstrucción del ligamento dañado) y un programa de rehabilitación individualizado de no menos de 4-6 meses. La vuelta a la actividad deportiva, si no hay ninguna complicación que demore el proceso, es de unos 6 meses como mínimo. Por otro lado, la vida normal se puede reanudar mucho antes, aproximadamente a las 3 semanas o un mes.