Una hernia discal se produce cuando la almohadilla que hace de amortiguador entre vértebra y vértebra se rompe, y un fragmento de ese disco se sale de su sitio. En el espacio entre la quinta lumbar y el sacro, suele comprimir a la raíz nerviosa S1, en este caso la del lado izquierdo. Este nervio es el que llega a los gemelos y el dolor suele irradiar por detrás del muslo hasta el talón. Un nervio comprimido durante un tiempo prolongado puede dañarse, y cuando la hernia se extirpa o se reduce con el tiempo (sobre todo las extruidas) puede tardar en recuperarse. En ocasiones pueden quedar secuelas, entre las que está la debilidad de los músculos que dependen de ese nervio y en otros casos dolor, sensación de quemazón, etc. La recuperación suele ser larga, a veces de hasta un año o más y la rehabilitación y una medicación adecuada para el dolor neuropático puede ayudar. Así mismo, algunas medidas físicas, como la aplicación de frío, alivian las molestias.