Guía para sobrevivir al verano: salmonella, mosquitos, garrapatas, corte de digestión, quemaduras, kilos de más...
El calor viene acompañado de algunos inconvenientes. Te damos las claves para que no te amarguen el descanso
Cómo tratar las picaduras de avispas, abejas y medusas
El verano es época de vacaciones y de disfrute, pero también trae sus propios riesgos: picaduras, quemaduras, deshidratación, golpe de calor, salmonella, sobrepeso... Sobrevivir al periodo estival es fácil, si sabes cómo. Te damos las claves para prevenir y enfrentarte a los ... problemas de salud propios de esta época y que no te chafen el merecido descanso laboral.
Las bacterias que acechan en la comida
La higiene en la cocina es un básico de todo el año, pero en verano, con el calor, las bacterias encuentran el caldo de cultivo perfecto. Por ello, hay que extremar las precauciones si no queremos acabar, como poco, con una gastroenteritis . Aunque la más popular es la salmonella , la que más casos de intoxicación causa es campylobacter , que se asocia sobre todo a pollo crudo. También hace de las suyas Escherichia coli , pero la que puede provocar problemas de salud más graves es la listeria . «Aunque todas pueden ser graves en función de varios factores, sobre todo el estado de salud de la persona», explica a ABC Salud Miguel Ángel Lurueña, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos y autor del blog «Gominolas de petróleo» y del libro «Que no te líen con la comida».
En este sentido, señala como especialmente vulnerables a las personas inmunodeprimidas, niños, embarazadas y ancianos . La razón de que estas bacterias se relacionen con el verano es que se multiplican más fácilmente con la temperatura alta . El experto recuerda que el rango de temperatura de peligro para su crecimiento está entre 5 ºC y 62-65 ºC. Para frenarlas, hay que enfriar los alimentos por debajo de 4 grados o calentarlos por encima de 65. «Nada de poner la tortilla en la mesa de la cocina toda la mañana. Nunca hay que dejar un alimento, aunque esté cocinado, más de dos horas fuera del frigorífico ni más de una hora si la temperatura es superior a 30 grados. Cuanto antes enfriemos mejor», aconseja Lurueña.
Si vamos a pasar el día fuera de casa, en la playa, piscina o el monte, hay que meter toda la comida preparada en una nevera con acumuladores de frío y asegurarnos de ponerla a la sombra. Si no es posible cumplir estas recomendaciones, el experto aboga por otras alternativas más seguras como llevar vegetales frescos y conservas (un bote de garbanzos, un tomate, un pimiento y una cebolla, por ejemplo) y preparar la comida al momento. Y fuera de casa evitar siempre los alimentos críticos como la mayonesa casera y las tortillas poco hechas.
La fruta es mejor transportarla entera que cortada porque, una vez laminada, está expuesta a que crezcan bacterias patógenas en su superficie. En el caso de los melones, se recomienda además frotar la superficie con agua y un cepillo antes de abrirlo. Y una vez cortado, siempre tiene que taparse y meterse al frigorífico, ya sea en casa o en el supermercado. Tampoco se debe dejar la comida expuesta al sol durante un picnic ni a las moscas «que son transmisoras de bacterias porque se posan donde se posan», recuerda Lurueña. Y un último apunte, si duda sobre la salubridad de un alimento no se deje guiar por sus sentidos porque que no huela ni sepa mal no quiere decir que esté bueno. «Una tortilla con salmonella sabe igual y huele igual que una normal», concluye el experto.
Corte de digestión: ¿Hay que esperar dos horas?
Cuántas veces de pequeños escuchamos a nuestra madre decirnos en la playa o en la piscina aquello de: «no te puedes bañar hasta que no hagas dos horas de digestión». Y nos quedábamos sentados en la toalla resignados ante la amenaza para nuestra salud de incumplir la indicación. ¿Tenían nuestras madres razón? Sí y no. Lo que conocemos popularmente como corte de digestión es en términos clínicos una hidrocución o ‘shock’ termodiferencial . El cuadro se produce por el cambio brusco de temperatura que experimentamos al pasar del calor ambiental al frío cuando nos sumergimos en el agua. Por tanto, la clave para evitarlo no está en esperar dos horas. Lo fundamental es meternos en el agua progresivamente (introducir poco a poco los pies y tobillos e ir refrescando partes del cuerpo como los brazos, la nuca o la barriga) para evitar los cambios bruscos de temperatura. De hecho, el corte de digestión no solo se produce después de comer, sino que puede suceder en cualquier situación que incremente la temperatura diferencial entre nosotros y el agua, haya o no ingerido alimentos.
Los síntomas que alertan de que estamos ante una hidrocución van desde palidez, escalofríos, mareos, visión borrosa, náuseas y vómitos, hasta otros de mayor gravedad, como la pérdida de conocimiento o síncope. Ante un corte de digestión, se recomienda primero, sacar a la víctima del baño, a continuación, secar y/o tapar con una toalla o sábana para mantener su calor corporal, y tumbarla con las piernas ligeramente elevadas. Si aparecen náuseas o vómitos, hay que colocar a la víctima en posición lateral de seguridad (de lado, con la cabeza apoyada en un brazo y una pierna doblada para mantenerse en la postura), rehidratar lentamente con agua o suero y mantener el reposo digestivo durante unas horas para que la persona descanse y su tensión arterial se estabilice.
Cuidado con mosquitos y garrapatas
El verano es la época preferida de los insectos. Bien lo saben quienes sufren sus picaduras. Y aunque la mayoría son benignas, hay que tener cuidado especial con mosquitos y garrapatas, que pueden ser t ransmisores de enfermedades potencialmente graves. La fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad causada por el virus del Nilo Occidental , que se transmite a las personas por la picadura de mosquitos infectados, principalmente del género Culex. El periodo de incubación de la infección suele durar entre 3 y 14 días, y un 80% de los infectados son asintomáticos. En torno a un 20% presentan fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, y vómitos, como principales síntomas, y en muy raras ocasiones (menos del 1%) se desarrollan complicaciones como meningitis o meningo-encefalitis.
Para evitar la picadura de los mosquitos, el Consejo Andaluz de Colegios Farmacéuticos (Cacof) recomienda emplear telas mosquiteras en ventanas y puertas de la casa; usar ropa que cubra la piel: manga larga, pantalón largo o calcetines, especialmente al caer la tarde; utilizar repelentes para el cuerpo; utilizar aerosoles (insecticidas) de uso doméstico y en espacios ventilados; evitar permanecer al aire libre al atardecer y al amanecer; apagar la luz cuando no sea necesario, ya que los mosquitos acuden a ella; y alejarnos de espacios con agua estancada sin tratar (agua clorada).
En el caso de las garrapatas , en España, las enfermedades más frecuentes transmitidas por su mordedura son algunas rickettsiosis y la borreliosis de Lyme . Además, de forma ocasional se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis, tularemia y fiebre de Crimea-Congo . Para prevenir su picadura, si vas a pasar el día al campo, el Ministerio de Sanidad recomienda utilizar manga larga y pantalón largo, usar siempre botas cerradas con calcetines procurando que cubran la parte inferior de los pantalones; ropa de color claro, ya que de esta forma será más fácil comprobar si hay alguna garrapata sobre ella; caminar si es posible por la zona central de los caminos y evitar el contacto con la vegetación circundante; no sentarse en el suelo en las zonas con vegetación; utilizar repelentes autorizados; y si sale con su animal de compañía, es conveniente que le aplique algún antiparasitario externo autorizado.
Cuando vuelva a casa, aproveche el momento de la ducha y examínese todo el cuerpo , sobre todo axilas, ingles, cabello, detrás de las rodillas, por dentro y fuera de las orejas, dentro del ombligo y alrededor de la cintura. Lave siempre la ropa con agua caliente y recuerde revisar también a los niños y a las mascotas. Si finalmente encuentra una garrapata adherida a su cuerpo, es importante retirarla cuanto antes , preferiblemente por un profesional sanitario.
-Evite los remedios tradicionales como aceite, petróleo o calor.
-Use unas pinzas de borde romo y punta fina . Procure evitar su aplastamiento. Sujétela firmemente lo más cercaposible de la piel y tire de ella suavemente hacia arriba.
-Limpie bien la herida con agua y jabón y aplique un antiséptico.
-Al terminar, lávese bien las manos.
Si en los días siguientes aparece fiebre y/o erupción en la piel, busque atención médica. Se recomienda no tirar la garrapata . Se puede conservar en un bote con papel húmedo para, en caso de complicaciones, poder precisar la especie y detectar antes el patógeno.
El riesgo de las quemaduras solares
El sol ayuda a sintetizar la vitamina D y mejora nuestro estado de ánimo, pero basta con una exposición de diez minutos al día sin protección para beneficiarnos de él. El resto del tiempo debemos protegernos con cremas solares, ropa adecuada y evitando las horas de mayor radiación . Una exposición excesiva provoca quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel y estamos abonando el terreno para un futuro cáncer de piel . Evitar la quemadura es crucial, ya que el riesgo de melanoma en la edad adulta se duplica si en la infancia o adolescencia se sufrieron quemaduras. Para ello, los dermatólogos de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología (AEDV) recomiendan: -Utilizar ropa de trama tupida, no elástico, preferiblemente de algodón y color oscuro.
-Beneficiarse de otros complementos que actúen de barrera como las gorras, los sombreros de ala, los pañuelos o las gafas de sol.
-Evitar la exposición durante las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas.
-Hacer uso de las sombras: árboles, sombrillas, toldos, etc...
-Evitar quedarse dormido al sol.
-Es fundamental hidratarse por dentro (bebiendo al menos 1,5 litros de agua) y por fuera (aplicando crema hidratante tras la exposición solar).
-Aplicar un fotoprotector solar adecuado a cada tipo de piel y zona específica del cuerpo con un SPF igual o superior a 30 media hora antes de la exposición solar con la piel limpia y seca (sin olvidarse de los labios, las orejas, y el cuero cabelludo). Reaplicar el protector solar en abundancia y de manera uniforme cada dos horas o después del baño.
Golpe de calor
Las altas temperaturas pueden provocar un golpe de calor, que se produce por el aumento de la temperatura corporal tras una exposición prologada al sol o realizar actividad física en ambientes calurosos o con poca ventilación. «Debemos estar atentos a los síntomas , pues en caso de producirse, sin ayuda sanitaria urgente, puede ser fatal. En caso de notar sequedad, piel roja, pulso rápido, dolor intenso de cabeza, mareos, confusión, debilidad muscular o calambres, náuseas, vómitos y pérdida de conciencia hay que avisar a los servicios de urgencias lo antes posible», destaca Gudalupe Fontán, enfermera del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, quien añade: «mientras se espera la ayuda habría que enfriar el cuerpo , quitarle la ropa, ponerle en una habitación oscura con paños de agua fría sobre el cuerpo o que se dé un baño o ducha fría, abanicarle y que beba agua fresca poco a poco si está consciente». Para evitar un episodio así, en verano debemos utilizar ropa ligera, cómoda y transpirable, calzado ligero, sombrero o gorra y gafas de sol, además de protección solar, permanecer en lugares frescos o a la sombra, en casa bajar las persianas y cerrar las ventanas ; y beber agua frecuentemente evitando las bebidas con cafeína, alcohol o azucaradas que favorecen la pérdida de líquido corporal.
Volver sin kilos de más
Tomar a diario frutas y verduras, preferiblemente de temporada y cercanía, 3/4 veces mínimo; optar por platos frescos en los que incluyamos legumbres; escoger recetas mediterráneas como salpicones, gazpachos, pipirranas ; cuidar el tamaño de las raciones; dejar los dulces, helados y el alcohol para ocasiones puntuales y con moderación; y para calmar la sed siempre agua . Sin olvidar la actividad física y un ocio activo. Son las claves de Ana Márquez Guerrero, dietista-nutricionista de Nutrisana Educación, para no coger peso durante las vacaciones.
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