Djokovic celebra su triunfo ante Seppi. / Ap
ROLAND GARROS
El número uno del mundo, al borde la eliminación, levanta dos sets a cero en contra, mientras el suizo logra también su puesto frente a Goffin
La Philippe Chatrier no se cree lo que refleja el marcador. El señorial público de la central de Roland Garros está viviendo un encuentro en el que Djokovic se mueve en el alambre; un partido en el que el número uno del mundo bordea el abismo. En París, donde las nubes acaparan el cielo, donde todos los favoritos están superando sin muchos apuros sus encuentros, Seppi gana dos mangas a cero y está a un solo set de la gloria. Son ‘únicamente’ seis juegos para completar la hazaña del año. Es solo un acto que puede empujarle a dar el salto de nivel que necesita en su carrera.
Pero enfrente está el número uno del mundo, un tenista que no necesita jugar bien para levantar dos sets en contra y cerrar un encuentro ante el italiano por 4-6, 6-7, 6-3, 7-5 y 6-3 en cuatro horas y 18 minutos. Un duelo en el que estuvo cerca de decir adiós una vez más al único ‘Grand Slam’ que le falta en su palmarés.
La solvencia del italiano se pudo comprobar desde los primeros intercambios del duelo. Seppi, con desparpajo, con soltura y sin ningún tipo de miedo, podía con la fortaleza desde el fondo de la pista del serbio. Su derecha y su revés hacían mucho daño a Nole. Y esa efectividad y ese buen hacer se tradujo en un primer set a su favor con total justicia.
Había dado el primer paso de cara a una hazaña memorable. Y se propuso seguir soñando con conseguirla a base de cañonazos desde la línea de fondo. Una derecha demoledora por aquí y un buen revés por allí podían con el serbio. Así caminaba el italiano en el segundo parcial, con ‘break’ incluido a su favor. Y aunque falló cuando servía para cerrar la segunda manga, se sobrepuso a ese mazazo moral y se hizo con el acto en la muerte súbita.
Seppi estaba más cerca que nunca de protagonizar la gran sorpresa del año. Pero la tensión y la presión le afectaron en exceso. Esa rigidez fue trasladándose a su mano y paulatinamente su juego explosivo se transformó en más errores no forzados y en más concesiones, unos fallos que le lastraron en la tercera manga. Y también en la cuarta, donde en el momento decisivo, en el 5-5, dudó y lo pagó.
El partido entraba en su último acto, donde el favoritismo de Djokovic sí que se demostró en la pista. Su envidiable estado físico se hizo fuerte en la arcilla parisina, y tras mucho sufrimiento, tras más de cuatro horas de partido y tras estar cerca de caer en octavos de final, el serbio cerró su pase a los cuartos de final de Roland Garros.
Federer también sufre
Roger Federer también tuvo más dificultades de las previstas para imponerse al belga David Goffin, repescado de la fase previa, y alcanzar los cuartos de final de Roland Garros. El número tres del mundo debió remontar un set para derrotar a Goffin, por 5-7, 7-5, 6-2 y 6-4, en un partido entre el jugador más veterano (30 años) y el más joven (21) del torneo parisino.
En el primer set, muy equilibrado, ambos llegaron en igualdad hasta el décimo juego (5-5), pero el belga se puso 6-5 e hizo el 'break' al suizo para 7-5. El segundo fue simétrico, pero a favor del helvético. La tercera manga empezó favorable al jugador de Basilea, que empezó a hacer valer ya su experiencia y calidad. En el cuarto set, Federer logró romper el servicio de su rival en el primer juego y la igualdad se mantuvo hasta que lo cerró por 6-4. Federer empleó dos horas y 54 minutos en superar a Goffin.
El belga, 'mejor perdedor' en la fase de clasificación (ante el portugués Joao Souza), rubio, delgado, con el rostro aniñado y sin casi historia en este deporte, entró en el cuadro principal por la retirada anticipada del francés Gaël Monfils, lesionado. Sin embargo, muchos afirman que el número 109 actual de la ATP tiene un potencial enorme y lo ha demostrado durante estos días en su primer torneo del Grand Slam, con sus golpes certeros y su rapidez para moverse. Se trata del primer 'lucky loser' que llega a octavos de Roland Garros, y el segundo en un torneo de los grandes en los últimos 17 años. No en vano, el padre del jugador nacido en Rocourt es entrenador de tenis en Lieja, donde reside su familia.