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La desgarradora historia de la niña que se encarga de sus dos abuelas
La ausencia de los padres ha convertido a una pequeña de cinco años prácticamente en cabeza de familia

Un niño de corta edad debe ocupar la mayor parte de su tiempo en jugar, ir al colegio y realizar actividades beneficiosas para su desarrollo personal, recibiendo siempre el apoyo de su familia. Sin embargo, no todos los pequeños tienen la fortuna de llevar una vida de este tipo; y en ocasiones se ven obligados a asumir responsabilidades demasiado pronto . Es el caso de una niña china llamada Anna Wang, que se ha dado a conocer en las últimos fechas a través de un conmovedor reportaje fotográfico sobre su día a día.
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En el blog True Activist encontramos los detalles de la historia de Anna, que tiene apenas cinco años y vive en una zona montañosa del suroeste de China junto a su abuela y su bisabuela. El padre de la niña fue encarcelado meses después de que ésta naciese, mientras que su madre no tardó en casarse de nuevo y desaparecer de su hogar. Una durísima artritis ha mermado casi por completo la capacidad de movimiento de la abuela, de modo que es Anna quien ha tenido que tomar las riendas de la casa en muchos aspectos.
Tal como puedes comprobar en el vídeo de YouTube que recopila las sobrecogedoras imágenes del reportaje, la niña es el auténtico pilar sobre el que se sostiene la familia. No puede ir a la escuela ni tiene demasiado tiempo para juegos. Su mundo consiste básicamente en asistir a las dos ancianas con las que vive, de 92 años la mayor de ellas. Prepara la comida, limpia la casa, les ayuda en el aseo... rutinas radicalmente distintas de las que cabe esperar en una cría.
Afortunadamente, no lo hace todo sola. Los vecinos tratan de echarle una mano y le permiten recoger hortalizas de sus parcelas cuando su despensa está vacía. Una tarea más para la chiquilla, por más que le ayude a tener algo de comer que colocar sobre la mesa de sus abuelas. Apenas asoma la cabeza sobre los hornillos de la cocina y tiene la fuerza justa para mover una escoba con soltura, pero Anna es capaz de sacar un hogar adelante. El precio, eso sí, no puede ser más elevado: su propia infancia.