Muere de un ataque al corazón en el tranvía y pasan seis horas sin que nadie se diera cuenta

Durante más de seis horas recibió más de 40 llamadas con el volumen casi al máximo en el móvil y ninguno de los pasajeros se preguntó por qué el hombre inmóvil no respondía

Pixabay

ABC

El lunes 21 de junio, Pietrantonio de Sando, de 64 años, salió de su apartamento donde vivía solo en el distrito de Altstetten, en las afueras de Zúrich, Suiza, para incorporarse a su trabajo en el centro de la ciudad, en una prestigiosa tienda de ropa donde trabajaba como sastre. A las 6:21 de la mañana se subió a un vagón del tranvía de la línea dos en la parada Micafil. Es lo último que se supo de él con vida.

La policía municipal de Zúrich encontró su cuerpo sin vida alrededor de la una de la tarde del mismo día, en la misma línea de tranvía, en el mismo vagón, en el mismo asiento.

Los investigadores deducen que nunca se bajó en la parada de Paradeplatz, muy cerca de su lugar de trabajo. Que murió en su asiento, sin que nadie se diera cuenta.

La pantalla de su teléfono muestra cuarenta llamadas perdidas. Cuarenta llamadas entrantes que sonaron muy fuerte en el iPhone en el bolsillo de su chaqueta, ya que el volumen del teléfono estaba casi al máximo. Era imposible no escucharlo. Sin embargo, durante más de seis horas, ninguno de los 1.200 pasajeros que subieron al tranvía se preguntaron por qué el hombre inmóvil no respondía a las llamadas .

Fue alrededor de las 13:15 cuando una enfermera notó que algo andaba mal con el hombre que vestía un traje y una camisa azul claro. Rápidamente notificó al conductor, quien llamó a los servicios de emergencia.

«Mi padre sufrió un paro cardíaco en el tranvía», dijo el hijo de De Sando, David, al diario 20 minutos. «Ni el conductor ni los demás pasajeros notaron nada. Mi padre viajó sin vida en el tranvía durante horas».

Las imágenes de la cámara de seguridad del tranvía revelaron cómo Sando pareció desplomarse en su asiento con las manos en su regazo a los 13 minutos de iniciar el viaje.

El tranvía dio cuatro vueltas completas a su circuito, tiempo durante el cual subieron y bajaron alrededor de 1.200 personas, antes de que se diera la alarma, según el diario NZZamSonntag.

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