El misterio de los hermanos Beaumont: 55 años desaparecidos y multitud de personajes siniestros
Es uno de los misterios más perdurables de Australia : la desaparición de los niños Beaumont.
El 26 de enero de 1966, Jane, 9, Arnna, 7 y Grant, 4, dejaron su casa de Somerton Park en Adelaide para pasar un día en la playa sin supervisión, pero nunca regresaron a casa. En aquella época era frencuente que los niños salieran sin sus padres.
Es un caso en el que la policía de Australia Meridional nunca se ha rendido , de hecho, hace tres años se llevó a cabo una nueva búsqueda, pero no se encontró nada de interés.
A las 10 de la mañana, los niños sallieron de su casa para ir en autobús a la playa de Glenelg, como habían hecho otra veces sin problemas. Sus padres. Jim y Nancy Beaumont esperaban que llegaran a casa a las dos de la tarde, pero nunca regresaron. Cuando a la hora prevista no llegaron saltaron las alarmas y poco tiempo después sus padres denunciaron la desaparición.
En los días posteriores a la desaparición de los niños, multitud de personas se unieron a la policía en la búsqueda. En veinticuatro horas toda la nación estaba informada y conmovida por el caso. Al tercer día, el 29 de enero, el Sunday Mail tituló: «Se teme un crimen sexual» . Ese mismo día fue drenado el puerto de Patawalonga, después de que una mujer le dijera a la policía que, el 26 de enero a las 19 horas, había hablado allí con tres niños parecidos a los Beaumont. Todo fue inútil.
Lo que sí se supo es que los chicos habían llegado a la playa . Varios testigos declararon haberlos visto en compañía de un hombre alto, rubio y de cara delgada. Lo describieron con la tez bronceada, de físico atlético y de unos 30 a 35 años de edad. El grupo fue visto yéndose de la playa alrededor de las 12.15 del mediodía.
Varios meses después, una mujer informó que la noche de la desaparición, un hombre, acompañado de dos niñas y un niño, ingresó a una casa vecina que ella creía vacía. Más tarde había visto al niño caminar solo por un camino donde un hombre lo perseguía y lo retenía con rudeza.
Los medios de comunicación de Australia se volcaron a difundir la noticia de la desaparición, a divulgar teorías y a contar historias sobre los sospechosos. El caso, a pesar del interés de la gente, terminó por enfriarse por la ausencia de pistas.
Dos años después de la desaparición, los padres de los Beaumont recibieron dos cartas que habrían sido escritas por Jane y una tercera, por un hombre. En 1992, exámenes de expertos peritos calígrafos demostraron que las cartas habían sido un engaño.
Fueron muchos los sospechosos, uno de ellos Bevan Spencer von Einem que fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de Richard Kelvin, de 15 años, pero era bastante más joven que el sospechoso que había sido visto en la playa con ellos.
Arthur Stanley Brown fue otro de los que estuvieron en la mira de los investigadores. En 1998, fue acusado de los asesinatos de las hermanas Judith (7) y Susan (5) Mackay, en Townsville, Queensland. Pero en su casa era mayor que el sospechoso.
Otro de los investigados fue Derek Percy, quien fue enviado a prisión por el asesinato de Yvonne Tuohy en 1969. James O’Neill fue encarcelado de por vida, en 1975, por el asesinato de un niño de nueve años en Tasmania y también fue sosposchos. Ambos fueron descartados.
En el momento de la investigación, Jim y Nancy Beaumont recibieron un gran apoyo de la opinión pública. El matrimonio no se movió de su casa, en Somerton Park, porque tenía la esperanza de que sus hijos regresaran .
La pareja se separó en la década del 80 y se divorció en los años 90, pero siguieron informando sus direcciones sucesivas a la policía. En 2018, aceptaron que ya el caso no se resolvería y vendieron su casa. Nancy murió en 2019 en un geriátrico.
El gobierno estatal continúa manteniendo una recompensa de un millón de dólares por información relacionada con la desaparición de los hermanos Beaumont.
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