Ferrocarriles

Las antiguas estaciones de tren de la provincia de Sevilla, paradas con destino a ninguna parte

A lo largo y ancho del territorio sevillano es posible encontrar numerosos edificios abandonados que en su día acogieron miles de viajeros

La estación de tren de El Coronil se encuentra en la actualidad completamente abandonada A.F.

Alberto Flores

Aguzando convenientemente el oído es posible todavía escuchar el inconfundible traqueteo del tren, que penosamente, casi a la misma velocidad a la que anda una persona, se va poco a poco acercando a la estación de El Coronil. En mitad de la nada, en una llanura interminable a una decena de kilómetros de la localidad de la que toma su nombre y muy cerca de la base aérea de Morón de la Frontera, se encuentran las ruinas de lo que en su día fue la estación de tren de El Coronil, una estación que encarna perfectamente las decenas de edificios abandonados de este tipo que se extienden a lo largo y ancho de la provincia sevillana.

En este caso concreto, era una de las paradas que existían en el denominado «tren de la cal», que unía Utrera con Morón de la Frontera, que comenzó a funcionar en 1864 y en el que en 1967 subió el último pasajero. En su primer año de funcionamiento los trenes que hacían estos trayectos contabilizaron 11.000 viajeros, mientras que en 1872, ya se habían montado en estas máquinas de hierro más de 100.000 personas . Son pocos los vestigios que sirven para indicar que este edificio en mitad de la nada, que parece como una especie de parada con destino a ninguna parte, fue en su día una estación de tren, en la que se paraban, bajaban y subían tanto viajeros como mercancías. Apenas es posible intuir todavía la ventanilla que hacía las veces de taquilla para comprar los billetes, los andenes y el azulejo con fondo azul en el que se indica el nombre de la parada.

Retirada de vías

A finales de los 90 se retiraron incluso las vías, dejando este trazado completamente abandonado, en un entorno en el que la asociación de amigos del tren de Utrera (Acufer), ha diseñado un proyecto para la construcción de una vía verde, que sirva como atractivo turístico para la zona y que aproveche infraestructuras como la estación de El Coronil, que ya ha sido presentado a las autoridades de los municipios afectados. Y es que este tipo de alternativas ya se ha demostrado que pueden ser muy beneficiosas para los municipios del entorno, como se muestra en la Vía Verde de la Sierra , donde se aprovecharon las infraestructuras de las antiguas paradas de Puerto Serrano y Coripe, creando un camino bellísimo que es muy transitado en la actualidad por senderistas y ciclistas.

Aunque no se puede decir que la provincia de Sevilla sea un lugar en el que existan muchas líneas de tren, sí es cierto que es posible encontrar numerosas estaciones abandonadas. Enclaves que en su día fueron escenarios de emotivas despedidas , de partidas a viajes ilusionantes, por los que pasaron cientos de miles de pasajeros y en los que hoy en día sólo hay silencio, escombros y suciedad.

En la provincia de Sevilla hay varios ejemplos de antiguas estaciones de tren abandonadas

Ejemplos hay de todas las características, edificios que se han aprovechado para centros de interpretación, posadas o restaurantes, como es el caso de las antiguas estaciones de Coripe y Morón de la Frontera, o edificios que se caen a pedazos y que en la actualidad tienen un incierto futuro. Llama poderosamente la atención el antiguo edificio que cobijaba a la estación de tren de Cazalla-Constantin a , que después del derrumbe de parte de su techo en 2017, ha obligado durante más de dos años a que los viajeros esperaran el tren en mitad del paraje en el que se enclava esta estación vital para la Sierra Norte sevillana.

Los casos de las antiguas estaciones de Lebrija y de Las Cabezas también son llamativos, ya que son edificios que quedaron olvidados al cambiar el trazado del tren. En Lebrija se trató de salvar el edificio, impulsando la instalación de una cafetería , que finalmente no cuajó y se terminó también abandonando el edificio que había sido desplazado por la nueva estación construida al hilo del nuevo trazado.

Los Merinales y La Salud

Cerca de la capital, en la línea ferroviaria que une Sevilla con Dos Hermanas y Utrera, el viajero observador puede todavía contemplar los edificios de dos estaciones que siguen en pie pero que ya no se usan como antaño. Es el caso de la estación de Los Merinales, que se encuentra entre Bellavista y Dos Hermanas o La Salud, situada entre Jardines de Hércules y Bellavista . Enclaves que guardan en sus estructuras numerosas historias relacionadas con el ferrocarril, que no sólo transportaba viajeros, si no que también llevaba la riqueza y el progreso a los lugares por los que circulaba.

Peor suerte corrieron estaciones como Don Rodrigo, La Trinidad o Las Alcantarillas, que tras dejar de ser usadas, sus edificios quedaron reducidos a escombros por diferentes razones. Recuerdos que van y vienen montados en una gran locomotora, en numerosos enclaves de la provincia de Sevilla, que un día estuvieron llenos de viajeros y sueños, pero que en la actualidad permanecen en el más absoluto de los olvidos.

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