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La Policía alerta del incremento de casos de estafadores del amor en Cádiz: «La gente cae, sí»

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Todavía son causas contadas pero sí se ha producido un aumento 'sustancial': cinco en los dos últimos meses. «Y los que no se habrán denunciado o detectado»

Las víctimas suelen ser mujeres que se encuentran solas y sus 'novios' son en realidad estafadores que les envían mensajes desde países africanos donde es muy difícil poder actuar

Las causas por criminalidad y estafas informáticas se multiplican en los juzgados de Cádiz 

Las estafas del amor siguen aumentando. la voz

«Buenos días cariño, ¿cómo estás hoy? Te echo de menos». Ese es uno de los mensajes reales que recibía una mujer, vecina de Cádiz, que durante meses creyó que estaba viviendo el romance de su vida. Día tras día tenía largas conversaciones llenas de ilusión con alguien que en realidad no era quien decía que era. La engatusó tanto y la convenció de tal forma con sus historias, fotos, alegrías y también preocupaciones, que le enredó hasta el punto de estafarle unos 400.000 euros. Lo hizo poco a poco y ella también cayó poco a poco. Y encima, nunca quiso denunciarlo. Lo hizo un familiar en su nombre cuando vio que esta buena mujer se había arruinado por completo. La Policía lo investigó pero no se pudo dar con este delincuente ya que al ser de un país extracomunitario las labores de identificación y arresto son casi imposibles.

Y este tipo de casos se están repitiendo por toda España y, también, en la provincia de Cádiz. Aquí y, según explican fuentes policiales, se han dado ya unos cuatro casos en los últimos dos meses. En San Fernando, en Algeciras, en Cádiz capital... allá donde estas víctimas, gente quizá algo más vulnerable o más confiada o que se encuentran en determinadas situaciones, cae en las redes de estas auténticas organizaciones criminales que tienen como principal 'gancho' los sentimientos y buena voluntad de otra persona.

Justo esta semana la Policía Nacional daba cuenta de uno de estos casos. Una investigación que ha sido realizada durante más de un año por la Unidad de Delitos Tecnológicos de San Fernando y por el Grupo I de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial. Tras laboriosas pesquisas los agentes han logrado destapar una compleja red criminal de carácter internacional que operaba desde España y tenía vínculos con Costa de Marfil . Han detenido a dos personas.

Una de los supuestos estafadores se localizaba en San Fernando. La denuncia de una de las víctimas de origen italiano les llevó al rastreo de una cuenta bancaria y, así, tirando del hilo, llegaron a esta miembro de la red que no era simplemente una 'mula', es decir, que permitía que se usara su nombre para el ingreso del dinero, sino que la sospechosa era parte activa de la trama. Según los investigadores esta persona colaboraba de forma estrecha con el otro implicado, un vecino de Valencia, que también ha sido detenido.

En los registros, los agentes incautaron documentación, dinero en efectivo, teléfonos móviles y equipos informáticos que demostraron el alcance de las operaciones fraudulentas. Entre las pruebas se descubrió una empresa pantalla que la organización utilizaba para realizar transacciones financieras fraudulentas y desviar fondos. Además en la localidad isleña la mujer tenía una tienda 'grow-up', un comercio legal de los dedicados al cannabis. Se calcula que la cuantía total de las estafas y el blanqueo de capitales supera los 150.000 euros, con múltiples víctimas distribuidas por todo el territorio español.

Como suele ocurrir en estas estafas del amor o 'romance scan', los acusados hacían creer a las víctimas que mantenían una relación sentimental con ellos a distancia. Y así, poco a poco, y con un interés y una insistencia diaria, se iban ganando su confianza para que les hicieran entregas de dinero para solucionar problemas urgentes. También, en otras ocasiones, el engaño del amor les llevaba hacia otra modalidad de estafa que consiste en amenazar a la víctima con difundir fotos o vídeos íntimos, de contenido sexual, si no hace caso a sus peticiones.

Los perfiles

 

Según indica la Policía, los afectados por estos fraudes suelen ser personas de entre 40 a 60 años que, la mayoría de las veces, viven solas y que se encuentran en situaciones emocionales delicadas. Además, estos cibercriminales cuentan con otra ventaja y es que sus 'enamorados' no suelen contar a nadie que han sido engañados. «A muchísima gente le da vergüenza denunciar», comenta un agente. «Parece mentira pero por mucho que les explicas y le pones toda la verdad por delante, no se cree que su 'pareja' le ha engañado». «Les dices... 'a ver... no es tu pareja... esta persona no existe o es otra con la que jamás has hablado'... pero da igual... se lo han creído tanto que les cuesta asimilarlo o, quizá, darse cuenta de que esa ilusión ha sido una mentira».

Porque la consecución de este engaño lleva su tiempo. «Por eso no hay más denuncias, porque no es como los casos en los que envían miles de mensajes a ver quien da al enlace y pica... esto es mucho más trabajoso».

Como complicadísimo es poder identificar y detener a los culpables. Por un lado porque se esconden en un perfecto y medido anonimato de una telaraña inmensa como es internet, y por otro, porque aunque se pueda dar con ellos, con sus IP, o con cualquier otro modo de identificación, en muchísimas ocasiones estas personas perpetran sus estafas amorosas (o las que sean) a miles de kilómetros. Como desde países africanos: Nigeria, Costa de Marfil, Senegal... «Podemos trabajar, intentarlo, pero encontrar la colaboración con extracomunitarios con otras leyes, otros sistemas, es administrativamente y básicamente imposible».

Cuidado con la Inteligencia Artificial

Y además, los 'modus operandi' como suele ocurrir con otros tipos de delitos también se van modernizando. Desde la Policía Nacional no dejan de alertar de las ciberestafas que van surgiendo y de las que van teniendo conocimiento. Si antes la mayoría eran por engaños en alquileres falsos, o en compraventa de artículos (que siguen ocurriendo), ahora no dejan de crecer las relacionadas con los programas espías en móviles y robos en cuentas bancarias. Y otras muchas relacionadas con mensajería y emails fraudulentos.

Pero lejos de aminorar la situación se va poniendo cada vez más complicada. La inteligencia artificial ya está dejándose notar en muchos campos y nadie duda que lo hará de manera desorbitada con la ciberdelincuencia. «Estamos en pañales ante eso. Y contra todo eso es muy difícil poder luchar. Por eso aunque por supuesto se intenten resolver los casos y se logre muchas veces, lo importante es incidir en la prevención. Porque la gente cae, sí. Hasta hemos tenido víctimas que eran empleados de bancos...».

Por todo ello, la Policía Nacional subraya la importancia de denunciar este tipo de delitos para actuar de manera eficaz contra estas organizaciones. Asimismo, hace un llamamiento a la ciudadanía a que extreme las precauciones al establecer relaciones sentimentales o de otro tipo en redes sociales, evitando compartir información personal o financiera con desconocidos.

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