NARCOTRÁFICO
La narcolancha arrollada por otra en el Guadalquivir llevaba decenas de petacas de gasolina
La 'goma' que impactó contra ella la atropelló cuando se encontraba haciendo un cambio de suministros y tripulación. Presenta daños en motores y potro, entre otros
Choque de dos narcolanchas en el Guadalquivir: una le pasó por encima a la otra de popa a proa
Dos heridos y varios desaparecidos tras el choque entre dos narcolanchas en el Guadalquivir
Interior de la narcolancha arrollada, cargada de petacas de gasolina, los mandos destrozados y el potro desplazado.
El narcotráfico va de la mano y existe gracias a toda la logística e infraestructura que lo sostiene. También quienes participan de ello y corren tal riesgo están ahí por algo. Y la tarde noche de este martes volvía a escenificarse en la desembocadura del Guadalquivir, lugar actual de tránsito permanente de estos 'misiles' de la droga.
Y es que las imágenes que publica en exclusiva LA VOZ de la narcolancha siniestrada tras ser arrollada por otra de estas semirrígidas dejando a dos narcos heridos y, posiblemente, varios desaparecidos o fugados, puede responder a varias preguntas sobre qué y cómo ocurrió.
Las primeras informaciones hablaban de que la lancha fue atropellada por otra semirrígida que huía de la Guardia Civil cuando esta primera se encontraba abarloada a una tercera. Según han asegurado fuentes oficiales estaban haciendo un posible cambio de tripulación. Pues bien, y como demuestra esta imagen, la 'goma' siniestrada iba cargada de decenas de petacas de gasolina lo que indicaría que estaban haciendo un repostaje o pase de suministros además de un posible cambio de ocupantes.
Esta práctica -conocida como 'petaqueo'- es habitual en estas embarcaciones que se van dando 'turnos' unas a otras para permanecer el tiempo en el agua que sea preciso hasta que cargan la droga en Marruecos y la descargan en orilla española. El hecho de que haya un temporal y la navegación sea mucho peor puede acelerar también estos movimientos porque, sencillamente, no aguantan tanto físicamente a bordo sin ser reemplazados.
Pero además, no puede pasar por alto también el riesgo que conlleva que esta narcolancha fuera cargada de gasolina debido a que se trata de una mercancía altamente inflamable y la colisión podría haber provocado una explosión y un mayor daño, tanto para su tripulación como para los agentes que en ese momento se encontraban actuando.
Además, las imágenes también demuestran los daños que provocó el siniestro. Por un lado los cuatro motores, que van normalmente completamente fijados, se encuentran descolgados, el cuadro de mando roto y el potro -donde se sienta la tripulación- desviado.
Los agentes que persiguen a estos delincuentes insisten en la necesidad de reforzar medios, cambiar políticas y endurecer leyes en la lucha contra el narco. El continuo trasiego de las semirrígidas -cuyo simple uso está prohibido desde 2018 tras la muerte de un niño- está siendo advertido en multitud de ocasiones con imágenes por todo el litoral andaluz que así lo demuestran. Sin embargo, desde el Gobierno se sigue insistiendo en que la situación está «controlada».
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