INDUSTRIA
El inicio de las obras del patrullero de Marruecos y del BAM-IS se queda solo en actos simbólicos
El presidente de Navantia y la embajadora en España del país vecino asisten en la factoría de San Fernando a la puesta en marcha de los sistemas técnicos del buque
La dirección de Navantia explica a los invitados marroquíes en Puerto Real el procedimiento de un corte de chapa con el BAM
Actos simbólicos en los astilleros de San Fernando y Puerto Real. La dirección de Navantia, con su presidente a la cabeza, Ricardo Domínguez, han visitado este lunes el centro isleño y la factoría de Puerto Real. Precisamente en el astillero de San Fernando ha tenido lugar el inicio de la obra del patrullero que ha encargado la Marina de Marruecos a Navantia. Este arranque de la obra ha sido un acto interno que ha consistido en la puesta en marcha de los sistemas técnicos que llevará el buque militar. El acto se ha llevado a cabo en el Taller de Elaboración de la factoría y ha contado con la presencia de la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich.
El evento ha coincidido en el tiempo con una cumbre empresarial de la industria naval en la sede de la patronal de Cádiz, que ha contado con la participación del presidente de Navantia.
Con este acto simbólico, el astillero de San Fernando da continuidad a su carga de trabajo. No hay que olvidar que el proyecto de las cinco corbetas saudíes se encuentra en la recta final tras cuatro años de actividad en la planta. El traslado este verano de la quinta unidad, 'Unayzah', a un astillero saudí para su remate pondrá punto y final a un contrato millonario que ha permitido una alta carga de trabajo. Ahora, Navantia negocia un nuevo acuerdo, suscrito en noviembre de 2022, para la construcción de otros cinco buques.
La construcción del patrullero de Marruecos, por tanto, sirve de puente al astillero de San Fernando hasta la llegada de nuevos encargos. Se esperan de Arabia y también de Angola.
Por lo que respecta al BAM-IS que ha encargado la Armada Española, se ha llevado a cabo en el astillero de Puerto Real la maniobra de corte de la primera chapa de un bloque piloto. Esta actuación, curiosamente, se ha celebrado en presencia de la embajadora de Marruecos. La construcción de este bloque, perteneciente a la parte superior de la cámara de máquinas, permitirá poner en funcionamiento y testar las nuevas herramientas digitales de diseño, control y gestión implementadas en los astilleros. El BAM-IS será el primer buque construido en el astillero de Puerto Real en el que se utilizarán estas herramientas.
El BAM-IS, que llevará el nombre de 'Poseidón', será la plataforma especializada y equipada para el salvamento y apoyo al rescate de submarinos. Del mismo modo, será la principal unidad de la Armada para el apoyo a las operaciones de buceo sustituyendo previsiblemente en 2026 al buque de salvamento y Rescate 'Neptuno'.
La fabricación del BAM-IS responde una necesidad asociada a los submarinos S-80 con el fin de prestar apoyo y garantizar la seguridad de las dotaciones a lo largo de su vida operativa. El buque BAM-IS tiene un carácter marcadamente modular. Así, con su amplia cubierta de trabajo, superior a los 400 metros cuadrados, posibilita la instalación de diferentes sistemas modulares que le permiten configurarse en diversos perfiles de misión: operaciones de buceo, salvamento o rescate de submarinos o protección del patrimonio subacuático.
Para ello cuenta además con una innovadora planta propulsora y de generación eléctrica, basadas en tecnologías con corriente continúa, sistemas de almacenamiento de energía y propulsores cicloidales, que le proporciona la capacidad de mantener un posicionamiento dinámico de gran precisión incluso en condiciones meteorológicas adversas, todo ello, cumpliendo las más exigentes normas medioambientales.
Además, esta nueva unidad para la Armada será capaz de operar con el Sistema de Rescate Submarino de la OTAN 'NSRS'. Esta cualidad, entre otras, le permitirá poder obtener por primera vez para un buque de la Armada, la certificación 'Moship' para actuar como buque nodriza de los sistemas de Salvamento y Rescate de submarinos de la OTAN. Por otro lado, contará con vehículos no tripulados (ROV) capaces de realizar exploraciones e intervenciones subacuáticas remotamente.
Por otro lado, en el astillero de San Fernando se han acometido idénticas maniobras en el taller de elaboración para construir un patrullero de altura para la Marina Real de Marruecos, ha señalado Navantia.
La construcción de este patrullero para Marruecos incluye además un paquete de apoyo técnico-logístico (piezas de repuesto, herramientas y documentación técnica), incluyendo servicios de formación técnica para el personal de la Marina Real Marroquí en España.
El patrullero es una solución que garantiza largos periodos de despliegue en la mar, con unos costes de operación y ciclo de vida muy reducidos. Para ello, el diseño de sus sistemas tiene como objetivo mantener la operabilidad, mantenibilidad y fiabilidad con una dotación reducida, según ha explicado Navantia.
El patrullero de Marruecos es un balón de oxígeno para San Fernando, pero también para Puerto Real, que aspira a un pellizco del corte de bloques de este barco. Su obra viene a cubrir de manera temporal el espacio de tiempo que necesitará Navantia para poner en marcha el nuevo contrato firmado el pasado noviembre con Arabia Saudí para la construcción de otros cinco barcos. Este encargo, a diferencia de las corbetas, se llevará a cabo por transferencia tecnológica, es decir, la empresa española construirá en la Bahía de Cádiz una parte de los buques, mientras que la otra será construida en un astillero saudí bajo la dirección técnica de Navantia. De hecho, ambos países están cerrando ahora los últimos flecos de este acuerdo naval.
La obra del patrullero de Marruecos la anunció en enero de 2021 la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El barco elegido es del modelo Avante 1800, pero más desarrollado que las cuatro unidades vendidas a Venezuela en 2012. Se trata de un moderno buque diseñado por Navantia, con una longitud de 89 metros y 13,3 de eslora, con una dotación de 46 personas y capacidad de albergar a otras 12, según el dossier oficial de los astilleros. Además cuenta con modernos sensores y radares, contramedidas electrónicas, un cañón de 76 milímetros y sistema de lanzamiento de misiles, así como un puente para llevar un helicóptero. Su fabricación supondrá «un millón de horas de trabajo para los astilleros de la bahía de Cádiz» y «1.100 puestos de empleo directos, indirectos e inducidos».
Este contrato ha sufrido varios altibajos desde que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo anunciara hace dos años durante una visita al astillero isleño. Marruecos comunicó en abril de 2019 las especificaciones del contrato para la construcción del patrullero y Navantia presentó su oferta en agosto de ese año. Los contactos entre Navantia y la Administración de la Defensa Nacional marroquí fueron permanentes desde septiembre de 2020 para adecuar todas las especificaciones técnicas del buque a los requisitos de su Marina y cumplir la hoja de ruta acordada en la negociación. El acuerdo lo anunció Montero en enero de 2021 sin adelantar una fecha en el calendario para el arranque de la obra.
Sin embargo, las relaciones entre España y Marruecos quedaron rotas en la primavera de ese mismo año. Las aguas empezaron a volver a su cauce en abril de 2022 cuando el presidente de España, Pedro Sánchez, visitó Marruecos. Sánchez, y el rey Mohamed VI acordaron una declaración conjunta sobre el Sahara Occidental, donde España daba un giro de 180 grados al reconocerla soberanía de Marruecos en este conflicto histórico.
Navantia ya suministró patrulleros y una corbeta a la Marina Real de Marruecos en los años ochenta. El patrullero de altura se inserta dentro del Plan Estratégico de Navantia. Es un buque muy demandado en el ámbito internacional, con las consiguientes oportunidades de exportación a otros países.