INDUSTRIA
La industria auxiliar del astillero de Cádiz despide a 74 trabajadores tras la inactividad generada por la amenaza de huelga
La cancelación de cuatro contratos de reparación en la planta ha provocado un efecto dominó entre las subcontratas
Los empresarios ajustan ahora sus plantillas a las nuevas necesidades a la espera de que Navantia logre nueva carga de trabajo
Patronal y la Coordinadora se ven las caras este viernes en el SERCLA
Los efectos de la amenaza de huelga indefinida en el astillero de Cádiz se multiplican. Si este miércoles eran los armadores de los barcos comprometidos los que rescindía el contrato con Navantia por la incertidumbre que ha generado la convocatoria del paro, este jueves han sido las empresas de la industria auxiliar las que se han visto obligadas a suspender el contrato a 74 trabajadores por inactividad. Los primeros despidos de plantilla son de las empresas Marsur y Gaditana de Chorro y Pintura. Ambas han tenido que ajustar su plantilla a las nuevas necesidades. Distintas fuentes consultadas coinciden en señalar que no serán las únicas que actúen de esta forma ante la pérdida de carga de trabajo en la factoría gaditana.
El astillero gaditano se ha quedado sin la carga civil que tenía comprometida hasta el próximo octubre debido a la amenaza de huelga indefinida convocada a partir del próximo lunes en la industria auxiliar por la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM). Esta movilización, según los convocantes, obedece al despido de cuatro trabajadores de la empresa Mecamansol y al incumplimiento del convenio colectivo.
Representantes de esta Coordinadora, integrada por sindicatos minoritarios, llevan dos semanas apostados en las puertas del astillero de la capital exigiendo la readmisión de los despedidos y el cumplimento del convenio. La dirección de Mecamansol despidió a sus cuatro empleados tras asumir Navantia algunas de las funciones de mantenimiento. La empresa optó entonces por recortar plantilla.
No obstante, la huelga que ha planteado la Coordinadora ha tenido una consecuencia letal de manera inmediata. Cuatro contratos de reparación en Cádiz se han perdido en menos de 48 horas. Los armadores han optado por huir de la conflictividad laboral que se respira en la Bahía y asegurar la obra de reparación de sus flotas en astilleros turcos.
Las espadas siguen en alto. Navantia trata por todos los medios de evitar la fuga de nuevos barcos y su departamento comercial negocia a contrarreloj con otros armadores la posibilidad de seguir en Cádiz.
De momento, patronal, sindicatos y la Coordinadora están llamados este viernes a una reunión en el SERCLA para abortar la huelga del lunes. Por su parte, el sindicato UGT que, al igual que CC OO, se ha descolgado de este tipo de movilizacciones ha señalado que el miércoles celebró una votación entre los trabajadores de la docena de empresas auxiliares que operan en el astillero de Cádiz para sondear el respaldo a la huelga y el resultado ha sido aplastante: «NO por unanimidad».
Esta situación deja a la Coordinadora de Trabajadores del Metal en un complicado papel. Igualmente hay que recordar que esta Coordinadora, amparada por sindicatos minoritarios como CGT, Autonomía Obrera, y SAT, no tiene representatividad en los foros laborales de la provincia. Solo cuenta con 13 de los 960 delegados del sector del Metal de Cádiz.
Los barcos que han cancelado su obra en el astillero de Cádiz son el 'Donald M. James', 'Seapeak Bahrain', 'Seapeak Catalunya' y 'Wilpaide'. La dirección de Navantia, nada más tener constancia de la convocatoria de huelga, envió circulares a través de correos electrónicos a las empresas gaditanas de la industria auxiliar informando de la situación y cancelando también los contratos de obra.
El colectivo de trabajadores y parados del sector industrial que se agrupa en la denominada Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) subió este martes el tono sus protestas convocando una huelga indefinida entre las empresas auxiliares que trabajan en el astillero de Cádiz a partir del próximo lunes 17 de julio. El motivo de esta protesta, según la circular que han entregado a la patronal, es el incumplimiento del convenio colectivo del sector y el despido de cuatro empleados de la subcontrata Mecamansol, encargada del mantenimiento de las instalaciones de Navantia en la Bahía.
Tanto la patronal como lo sindicatos mayoritarios con representación en los foros de negociación (UGT y CC OO) han criticado la protesta de la CTM y se han desvinculado de cualquier movimiento de la Coordinadora. La Federación de Empresarios del metal (FEMCA) estudia la posibilidad de declarar «ilegal» la huelga, ya que, a juicio del servicio jurídico no se dan las condiciones y los argumentos están fuera de la ley. No obstante, este viernes las partes se verán las caras en el SERCLA, donde se tratará de llegar a un acuerdo para frenar el paro general. De cualquier forma, los empresarios reconocen que el daño ya está hecho con la huida a otros astilleros de los barcos que estaban comprometidos en Cádiz. En este sentido, los empresarios tratarán de buscar responsabilidades, daños y perjuicios por una huelga que es un despropósito.
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