Su hija Manuela y su pareja Rachel Valdés, las mayores fans de Alejandro Sanz en sus conciertos en Cádiz

El cantante Alejandro Sanz ha vivido un fin de semana de emociones en su parada en Cádiz de su gira de conciertos por toda España. En los dos conciertos que ha protagonizado en la capital gaditana, el artista no sólo ha estado acompañado por los miles de seguidores que han llenado el antiguo estadio Ramón de Carranza, sino que además ha contado con la presencia de dos de las personas más importantes de su vida.

Su hija Manuela, de su primer matrimonio con la modelo Jaydy Michel, y su actual pareja Rachel Valdés, han acompañado en todo momento a Sanz, dejándose ver por los alrededores del escenario instalado sobre el césped del Carranza. Las dos mujeres se han convertido en las mayores fans del cantante, como han demostrado no sólo con su presencia en la capital gaditana sino a través de las redes sociales, donde han publicado numerosas instantáneas de su paso por una ciudad que es especial para Alejandro Sanz.

Conocedoras del amor incondicional de su padre y su pareja por Cádiz, Manuela y Rachel no han querido perderse momentos únicos vividos durante sus dos conciertos, en los que Alejandro protagonizó varios duetos con artistas de la talla de Dani Martín y la Niña Pastori, que levantaron pasiones entre el público.

Rachel Valdés se mostró simpática incluso con los seguidores de su pareja, con los que no tuvo reparos en hacerse fotografías y dedicarles algunas palabras. La chica de Sanz, conocida en el mundo del arte por su gran trayectoria, también se paseó entre los técnicos de sonido, demostrando la gran relación que mantiene con todo el equipo.

Durante su estancia en Cádiz, el cantante junto con sus allegados también se han dejado ver en varios puntos de la provincia. El pasado viernes, antes de su primer concierto, compartió una comida con el cantante Dani Martín en uno de los reservados del restaurante Antonio en Zahara de los Atunes.

Un fin de semana que como ha aireado por sus redes sociales, le ha permitido volver a sus raíces y reencontrarse con amigos y familiares. «Cádiz te tatúa el alma», reconocía Sanz.