Narcotráfico Cádiz
Golpe al 'petaqueo': interceptan de una vez en Sanlúcar casi 10.000 litros de gasolina, para surtir a cuatro narcolanchas
Narcotráfico
Aduanas y Guardia Civil intervienen 368 garrafas que se estaban cargando en un viejo barco pesquero en el puerto de Bonanza. Dos individuos se dieron a la fuga
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Nuevo e importante (por la cantidad) golpe al 'petaqueo' del narco. A su logística. A los que se dedican a surtirles de gasolina De madrugada. En la más absoluta oscuridad. Aunque quizá por eso mismo, sus responsables creían que podían pasar desapercibidos. En el puerto de Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda, tierra de pescadores y de salir a faenar cuando quedan aún horas para que el sol alumbre. Además, en un viejo arrastrero.
Pues ahí. A bordo de ese barco de pesca iban nada menos que 368 garrafas llenas de gasolina. Es decir, más de 9.000 litros si se tiene en cuenta que en estas petacas suelen tener capacidad para unos 25 litros cada una y las llenan casi hasta arriba.
Y si se siguen haciendo cuentas, una cantidad con la que podrían llenar los depósitos de al menos cuatro narcolanchas que estén aproximadamente a 25 millas mar adentro esperando ese combustible para moverse. Para ir hacia Marruecos a cargar los fardos de hachís o para traerlos hacia la península y descargar la droga en la costa. De ahí a la guardería o al todoterreno/furgón, y a su destino.
Sin embargo en esta ocasión (una de tantas) el helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera les pudo ver. Según ha podido saber este periódico así fue cómo se les detectó mientras al menos dos personas - podrían ser más- cargaban esas garrafas en el barco: un viejo arrastrero.
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Otro detalle que no pasa desapercibido. Un pesquero tiene mayor capacidad que las conocidas como 'gomitas' (lanchas neumáticas más pequeñas), o los barquitos de un motor, con los que estos suministradores del narco suelen actuar, por ejemplo, por la zona de los esteros de Chiclana. Esta vez y en esta zona era en un arrastrero, porque además de poder pasar camuflados como pescadores, cabe mucho más.
Pero tras detectarlos en torno a la una y media de la madrugada, se dio el aviso y al lugar acudió una patrullera de Aduanas y también del Servicio Marítimo de la Guardia Civil para dar apoyo. Los presuntos responsables de la mercancía huyeron a pie pero dejaron atrás todas esas garrafas, el barco y las pistas que ahora podrán llevar a que sean identificados.
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Una evidencia más de que en los últimos tiempos la desembocadura del Guadalquivir también se ha convertido en un 'punto negro' no solo del tráfico de hachís -como siempre-, sino también del ir y venir de estas 'narcogasolineras'. Los petaqueros (de diversas procedencias: Sanlúcar, La Línea, Trebujena, Sevilla...) encuentran en los sinuosos caminos de este estuario un lugar donde pueden cargar sin ser descubiertos fácilmente y donde pueden esconderse, incluso pernoctar a bordo, o darse a la fuga.
De hecho, en relación con esta práctica ilícita, recientemente la Guardia Civil realizaba un importante operativo para desmontar las 'anguleras' que estaban todavía en pie en el río. Como adelantó LA VOZ la pasada semana, la actuación se desarrolló por todo la desembocadura desde Huelva, Cádiz y Sevilla. Según se había detectado, los traficantes estaban utilizando estas plataformas flotantes de 'guardería' y escondite de petacas de gasolina, droga e incluso tripulación a los traficantes. Agentes y técnicos desmontaron una veintena de ellas.
