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«No tuve fuerzas para tirar su cuerpo, lo hicieron otros», el drama de la inmigración frente a las costas de Cádiz continuó en 2024
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Aunque las cifras de llegadas de pateras al litoral gaditano han descendido en los últimos años por el desvío de la ruta a Canarias, los intentos han seguido produciéndose
Más de un centenar de personas han perdido la vida de esta forma en el Estrecho durante 2024. El uso de las narcolanchas por parte de las mafias ha aumentado el riesgo
Totalmente mojados y con hipotermia, llega una patera de madrugada a Cádiz
Inmigración en Cádiz: el mapa de una realidad oculta
«La barca se quedó a la deriva, nos llevaban las olas. Todos estábamos muy cansados, y cuando veías que alguien se sentaba tranquilo y dejaba de llorar o de rezar, era que se estaba muriendo. Las vidas se iban apagando, y yo esperaba a ser el próximo, pero fue mi hermano. Le decía a mi hermano que no bebiese agua del mar, que aguantara, pero bebía sin parar, luego vomitaba, y después se sentó y dejó de hablar. No tuve fuerzas para tirar su cuerpo, lo hicieron otros». Lo cuenta T., maliense, superviviente del naufragio de una patera en la que intentaba cruzar la frontera por aguas del Estrecho junto a otros compatriotas. Su destino: alcanzar orilla española. Su idea: tener un futuro mejor.
Pero ese viaje se convirtió en una fatalidad. Muchos de los ocupantes de esa pequeña barca de madera en la que iban no pudieron sobrevivir al vaivén de las olas... el hambre, la sed, la hipotermia, la desesperación... les acompañaron casi desde la salida y muchos de ellos jamás terminaron aquel soñado trayecto.
Se acaba un año en el que la llegada de pateras a la costa gaditana no ha cesado. Sí lo ha hecho de una forma más espaciada, bastante más liviana, dejando cifras mucho menores que las decenas de estas embarcaciones que lo intentaban hace unos años, pero el drama y los intentos han continuado. Y también las muertes. El paso del Estrecho ha contabilizado este año más de un centenar de ellas. Así lo refleja el informe anual de la ONG Caminando Fronteras donde se señala que 110 personas perdieron la vida en esta ruta.
El desvío a Canarias ha minimizado el impacto en la costa gaditana pero aún así, la población marroquí y de países limítrofes ha seguido optando por esta vía, más cercana y donde las mafias siguen operando a cualquier precio. Las desapariciones en el Estrecho se sitúan sobre todo en torno a Ceuta y los pasos a nado, ya que las rutas a la provincia de Cádiz se han reducido.
Como explican expertos en la materia, el norte de Marruecos continua siendo punto de partida aunque una represión mayor en sus fronteras y también los conflictos políticos en otras regiones han marcado otra línea de paso.
Además la crisis abierta en el Sáhara Occidental ha bloqueado el camino que discurría hacia terreno alauita desde Senegal, Mauritania, El Sáhara... lo que ha desviado a todos estos migrantes a otros puntos de costa desde donde embarcan hacia el archipiélago canario. De ahí que la totalidad de los tripulantes de pateras que llegan a Cádiz sean magrebíes que salen de lugares como las playas de Larache o Kenitra y no subsaharianos como ocurrió en la crisis de 2018 en la que todos los sistemas de recepción y asistencia en Cádiz se colapsaron con desembarcos de hasta 800 personas en un solo día.
Las mafias y las narcolanchas
Y toda esa aglomeración y concentración de personas que intenta atravesar hacia el continente europeo por la Frontera Sur está siendo aprovechado por las mafias de la inmigración irregular que han encarecido estos 'pasajes' y que ponen aún en mayor riesgo a los tripulantes. Así se ha podido ver este año 2024 en Cádiz, con la llegada de extranjeros a bordo de narcolanchas, en 'gomas' atestadas de gente y sin ningún tipo de agarre. Así fue el trayecto que le costó la vida a cinco migrantes a finales de 2023 frente a la playa de Camposoto, en San Fernando, cuando fueron obligados a saltar al agua sin saber nadar.
Precisamente, a principios de este año se daba cuenta de la investigación en torno a ese asunto y por el que la Guardia Civil detuvo a todos los supuestos implicados. Una vez identificados los presuntos responsables, se llevó a cabo la entrada y registro en tres domicilios en Granada y en los municipios gaditanos de Algeciras y San Roque. A todos los arrestados, dos hombres y una mujer, se les imputan cinco delitos de homicidio además de los delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, lesiones y contrabando.
Como se desprende de las investigaciones que se han ido realizando y también de las imágenes que algunos testigos han podido grabar, en estas embarcaciones rápidas suele viajar el patrón como un tripulante más e intenta pasar siempre desapercibido de esta forma para las fuerzas policiales y no ser interceptado como el piloto. En algunos casos va acompañado por otras personas y con amenazas ordenan el desalojo de la embarcación una vez que están llegando a la orilla y se dan a la fuga.
Por otro lado y, con mayor suerte, muchos otros sí pudieron ser rescatados a tiempo o llegaron hasta la orilla. Así se han producido desembarcos a goteo durante casi todo el año aunque, como decíamos, con una intensidad bastante menor que en períodos anteriores.
Llamaron especialmente la atención algunos de estos desembarcos desesperados. Como ocurría en septiembre cuando con la playa de Chiclana llena de gente llegaba una narcolancha a La Barrosa. La embarcación encallaba a vista de todos y de ella se bajaban a la carrera una quincena de inmigrantes. Entre ellos, algunos menores de edad. La gente que se encontraba en esta playa veía atónita la escena.
En la lancha (de tres motores y gran capacidad) se encontraron útiles de posicionamiento, GPS, antenas... lo que hace indicar que se seguía un recorrido exacto. Una ruta ya establecida por alguien que iba al mando.
También en El Puerto se localizaba otra de estas semirrígidas que fue abandonada en Valdelagrana y que se sospecha que pudo tener la misma función, una 'patera' taxi. Fue en abril. A las 22.40 horas de la noche un estruendo asustaba a los vecinos. Ante ellos, en la playa de Colominas, en los Toruños, 'peinaba' la arena este gigante de catorce metros de eslora. De él se bajaban varias personas y se daban a la fuga en dos coches que les esperaban cerca. El hecho de que se quedaran sin combustible o sufrieran una avería para volver con la 'goma' al punto de origen es la teoría que se barajó sobre el abandono de una de estas embarcaciones, que están valoradas en unos 100.000 euros mínimo.
Además también se han producido otras llegadas en Camposoto, en San Fernando, Barbate, o en Cádiz capital. En Cortadura por ejemplo o en la playa de la Victoria. Algunos se marchaban por su propio pie y otros recibían las asistencias sanitarias y también eran trasladados a los centros de recepción. En su mayoría, chicos, varones, magrebíes de entre 20 y 30 años.
Desplazados desde Canarias: Campano y menores en centros de acogida
Pero este 2024 ha sido Canarias el punto de llegada masiva de cayucos. Una circunstancia que ha tenido también sus efectos en tierras gaditanas ya que la provincia está siendo punto de acogida de muchos de esos inmigrantes ante la saturación que se vive en las islas.
Uno de estos centros se encuentra en Campano, en Chiclana.Allí bajo el cuidado, la supervisión y control del Centro de Ayuda al Refugiado (CEAR) están alojados más de 300 inmigrantes a los que se les da una primera atención. En su mayoría son varones jóvenes procedentes de Senegal, Gambia, o Mauritania, entre otros países. También se ha dado el caso de menores que tienen que ser acreditados como tal y cuyos trámites se trasladan a la Fiscalía que ya se encarga de darles salida en otros centros específicos.
La estancia en Campano suele ser temporal. A veces incluso de días. Otros se llevan más tiempo y agotan plazos. Muchas de estas personas se marchan una vez que contactan con otros allegados o reciben una primera atención. La mayoría de ellos sigue su ruta hacia países de Europa.
Además, en la provincia, y con la colaboración de la Junta de Andalucía, también se ha reforzado la atención a los menores desplazados desde Canarias en los diferentes puntos de acogida que hay específicamente para ellos. Concretamente en Cádiz existen para este cometido ocho centros, según informan desde la Consejería. Se reparten por diferentes localizaciones. Todos ellos, y como confirman las fuentes consultadas, se encuentran actualmente con todas sus plazas ocupadas.