FERIA EL PUERTO
Viernes de Feria encapotado pero alegre en El Puerto
Una tímida llovizna hizo saltar las alarmas pero por suerte para los portuenses no llegó a más
Tercer día de feria portuense con bullicio, alboroto y muchas caras de El Puerto de Santa María en una tarde menos calurosa, pero con un ambiente más húmedo y denso pero con un resultado más agradable en los visitantes. Día encapotado en la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino que para algunos les ha sentado mejor que el sol abrasante de las jornadas anteriores. El día comenzó con tranquilidad en la hora del almuerzo, y conforme el sol empezaba a bajar de su fase más alta, más piernas distintas pisaban el albero del Recinto Ferial de Las Banderas.
El viernes da comienzo al fin de semana, y con él empiezan a llegar más adictos a la dopamina feriante de todos lados de la provincia. Este fin de semana, El Puerto de Santa María se convertirá en epicentro del ocio de la Bahía de Cádiz, de parte de la provincia y probablemente de un gran sector de la Andalucía de occidente.
El mediodía se mantuvo tranquilo, con un ambiente un poco plomizo que amenazaba con la lluvia, que se saldó con un tímido chirimiri que avisaba que quizá podría ir a más. Pero todo fue una falsa alarma, nadie quiso perderse su cita y su reserva en las casetas para degustar los manjares portuenses.
Un caso de esta edición que está dando que hablar entre algunos visitantes es cómo se ha perdido la espontaneidad y ahora para comer es necesario ir con reserva a todos lados. «Le quita mucha gracia y alegría tener que planificar todo, se pierde mucha vida creo yo», comenta un ciudadano. Quejas que van de la mano de una imagen real, que es la de lascasetas abarrotadas de gente donde uno no encontraría un sitio para sentarse si no es con llamada previa.
Además, como tradición no oficial, la Carretera de Sanlúcar una vez pasa la hora del café, se convierte en la ruta de los que vienen a la feria para disfrutar de la tarde, noche y algunos hasta la madrugada. «Uno sabe cuando llega pero no cuando se va» le dice un joven a otro, que da un sorbo al rebujito que lleva en sus manos y asiente servicialmente.
Como detalle a destacar, la celebración del 'Día sin Ruido' en la calle del Infierno. Los 'cacharritos' redujeron al mínimo sus emisiones de ruido con el fin de crear un ambiente sano, agradable, lozano y apetecible para niños autistas. Un tramo de tres horas (de 18h a 21h) en los que si uno cierra los ojos cree estar en la Londres de la revolución industrial: Sonido de maquinaria; acoples y desacoples de vagones; sistemas hidráulicos silbando; y el suave sonido del movimiento de las palancas. También los gritos de emoción y adrenalina de algunos en las atracciones, pero si uno cierra los ojos con esos gritos puede imaginarse cosas peores si uno tiene la habilidad de ser retorcido.
Tercera tarde de feria, calmada y sin problemas, atrás quedó el susto del incendio sin víctimas de una atracción en la noche previa. Ningún ruido fuera de lo inusual con perspectiva a desmelenarse una vez el sol termine con su turno de trabajo.
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