El detenido por tirotear a un guardia civil en Trebujena ya había sido arrestado por otro intento de homicidio

La alarma que vienen dando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sobre la agresividad que emplean las bandas que se dedican a traficar con droga en toda la costa de Cádiz -desde el Estrecho hasta las marismas del Guadalquivir- es tan clamorosa como los hechos que la ejemplifican. Los diferentes episodios que se vienen sucediendo desde hace unos cinco años (de manera más acuciante) y que ha llevado incluso a la puesta en marcha de planes especiales tienen su motivo.

Y uno de ellos se daba este mismo verano. Ocurría el pasado 25 de agosto cuando un agente de la Guardia Civil que participaba en un operativo antidroga para abortar un alijo en la desembocadura a la altura de Trebujena resultaba tiroteado. Sí. Recibía un disparo con una escopeta de caza que le hería gravemente la mano cuando junto a sus compañeros intentaban evitar una descarga de hachís. Este agente estaba dentro del coche patrulla lo que pudo impedir que las consecuencias fueran aún peores.

Cuando todo eso pasó, por la noche, los agentes que participaban en un operativo del EDOA habían cercado la zona del río que baña Trebujena al observar la lancha utilizada para transportar la droga, además de dos furgonetas que estaban siendo cargadas y numerosas personas que, al ser descubiertas, emprendieron la huida. Y fue durante esa estampida cuando uno de ellos decidió disparar al vehículo policial, alcanzando a este agente.

Entonces se detuvo a uno de los implicados, un hombre de 28 años y vecino de El Cuervo. Y a los pocos días, en Alcalá de Guadaira al que señalan como el autor de los disparos, un sujeto de 41 años y que, según ha podido saber este periódico de fuentes consultadas, ya ha sido detenido en otra ocasión por otra tentativa de homicidio. Además le constan otros antecedentes delictivos. También está acusado de pertenencia a organización criminal y delito de tráfico de drogas.

Como destacan las mismas fuentes esta circunstancia confirma de nuevo la cada vez mayor presencia de delincuentes con pesados historiales por la desembocadura del Guadalquivir. Personas que 'trabajan' para bandas locales pero también de otras provincias, como en este caso de Sevilla. Y, lo más grave, que no les tiembla el pulso si tienen que hacer uso del arma de fuego para no perder la mercancía.

Además, también señalan, en este suceso la excusa de equivocar a los agentes con otra 'colla' de narcos se entiende mucho menos cuando era evidente el vehículo oficial y el importante dispositivo policial, con la participación, según fuentes oficiales, también del GAR, del equipo Pegaso, del resto de patrullas, de un helicóptero y del Servicio Marítimo.

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Las actuaciones aún se encuentran bajo secreto judicial, a la espera de dar con el resto de implicados en este grave incidente, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

En el operativo de aquella noche, los agentes no se amedrantaron y continuaron con su cometido. Pudieron detener a uno de ellos, intervenir las dos furgonetas que habían sido robadas y cargadas con 90 fardos de hachís, 3.372 kilos de droga; además de 3.200 litros de combustible para suministrar las embarcaciones y la escopeta utilizada. Por cierto, también robada.