Narcotráfico cádiz
Vídeo: Sanlúcar, el paseo de las narcolanchas por la desembocadura suma y sigue
La actividad de los puntos de alijo y entrada de los narcos por el estuario sanluqueño se ha intensificado en los últimos meses. Da igual día o noche, a todas horas
La gran potencia y maniobrabilidad de estas lanchas hace muy difícil que puedan ser interceptadas por las patrulleras que, aún así, no cejan en su empeño
Continúan llegando imágenes de narcolanchas que pasean, sea de ida o de vuelta por la desembocadura del río Guadalquivir. En este caso en concreto, las imágenes que acompañan esta información y a las que ha tenido acceso este periódico, son de este pasado miércoles, por la tarde, a la altura de Bonanza, grabadas por vecinos.
Pero las hay del martes, del lunes, del fin de semana... se ve una, dos o incluso cinco de estas semirrígidas neumáticas entrando a la vez. Algunas con droga, otras vacías posiblemente de regreso del alijo o saliendo de un embarcadero clandestino o una 'guardería' para cargar, otras con petacas y demás suministros... y casi siempre con más de un ocupante. Pero no paran.
Y así lo demuestran todas estas imágenes. No hay otra. Por varios condicionantes que han sido determinantes, la actividad del narco en la desembocadura del Guadalquivir se ha intensificado en los últimos meses. Este estuario siempre ha sido punto de entrada (lo que ha motivado históricamente el asentamiento de clanes en la zona - El Tomate, El Cagalera, El Galopa...-) pero y, como advierten algunas fuentes consultadas, «ahora mismo es imparable».
La presión policial ejercida ante el descaro de los narcos del Estrecho ha motivado que estas bandas, mayoritariamente asentadas en La Línea y Algeciras, a las que prioritariamente les gustaba 'trabajar' por su zona, se hayan tenido que mover debido a que no les quedaba otra alternativa. Así lo han tenido que hacer si es que ante el incremento de medios y con la aparición de órganos especiales como el Ocon Sur (desactivado desde verano), no querían arriesgarse a perder ni la mercancía ni las lanchas que al ser de género prohibido son decomisadas inmediatamente. 'Gomas' y motores que pueden llegar a alcanzar y superar los 300.000 euros.
Y además tras ser interceptados, enfrentarse a procesos penales que pueden terminar llevándoles a prisión por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, blanqueo, etc...
Por otro lado, la garantía de realizar estas operaciones con éxito es también una forma de no tener problemas con las redes de la otra orilla, es decir, con los proveedores del hachís de Marruecos que ajustan las cuentas si las cuentas no salen o se pierden. Precisamente, en la mayoría de las últimas investigaciones que se están realizando contra estas redes de narcos hay presencia de ciudadanos de origen magrebí. Gente que se traslada por encargo de otros, que ya sirven de enlace in situ, o que hacen los viajes como 'notarios' de que se cumple lo acordado.
Y ante esta situación, los efectivos de las fuerzas policiales como los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil se ven envueltos a diario en persecuciones, sin importar la hora del día o de la noche y ante el riesgo de ser embestidos. De manera continua.
Además se advierte del uso de armas que los traficantes ya han llegado a utilizar de manera intimidatoria contra las patrulleras si se han visto acorralados. Sin embargo, y como señalan las fuentes consultadas, el ir tras ellos es muy complicado debido a la gran potencia y la rápida maniobrabilidad que tienen estas 'superlanchas'. Aún así... se sigue batallando.