De la seguridad de una serie de éxito en una televisión generalista a una película hecha con cuatro perras y que le valió el aplauso en Málaga. A Aura Garrido (Madrid, 1989) no le importa el soporte o el presupuesto, si es una apuesta televisiva de gran impacto como ‘Física o Química’ o ‘Ángel o demonio’; participar en ‘Crematorio’, la adaptación de la novela de Rafael Chirbes y considerada por muchos como la mejor ficción española del siglo XXI o actuar en pequeños proyectos como ‘Stockholm’, un proyecto de Rodrigo Sorogoyen que ha podido salir adelante gracias a pequeñas financiaciones. No es la primera vez que la madrileña se mete en proyectos de este tipo. Ya lo hizo con ‘Planes para mañana’, lo que le sirvió para ganar la Biznaga de Plata a mejor actriz secundaria en la ciudad andaluza, ‘Los ilusos’ de su amigo Jonás Trueba o ‘Viral’, de próximo estreno.
Asevera siempre que solo mira el guiOn, que le da igual que sea de bajo presupuesto o una producción más importante como ‘El cuerpo’ (Oriol Paulo, 2012), ‘Promoción fantasma’ (Javier Ruiz Caldera, 2012) o ‘Alatriste’, la primera gran producción europea de Mediaset basada en los libros de Arturo Pérez Reverte. Por eso aceptÓ la llamada de Sorogoyen, a quien ya conoció en la serie ‘La pecera de Eva’, para protagonizar su aventura dramática, una película generacional con muchos y sorprendentes matices. Garrido es Ella, una joven, con problemas de autoestima que es seducida por un chico (Javier Pereira) en una fiesta, pero que a la mañana siguiente nada es como parece. Esta pequeña joya le ha valido a sus dos protagonistas sendas candidaturas a los Goya, la segunda para Garrido después de los ‘Planes para mañana’ de Juana Macías. Tal fue su sorpresa que casi dio un volantazo durante su clase de conducir.
A Aura Garrido le encantan las croquetas de su madre y es madridista por culpa de su abuelo. Una de sus lecturas favoritas es ‘Cien años de soledad’ de Gabriel García Márquez y sufrió el año pasado con la separación del grupo estadounidense de rock My Chemical Romance. Abierta a cualquier tipo de papeles dramáticos o de comedia, la intérprete madrileña confiesa un secreto: no le importaría convertirse en Gabrielle Solís, el papel que catapultó a la fama a Eva Longoria en ‘Mujeres desesperadas’.