En líneas generales, y echando una mirada a las nominaciones no sólo de esta edición, sino de la mayoría de ediciones de las 28 que se han celebrado, podemos concluir que los Goya son unos galardones de tintes conservadores. Como los Oscar. Como casi todos los premios académicos. Las mismas caras se repiten una y otra vez, en una suerte de laberinto de espejos, que se va renovando cada tanto.
Algo así sucede si echamos un vistazo a la categoría de mejor actor protagonista: rostros consagrados y nominados una y otra vez. Antonio de la Torre, siete veces nominado al Goya, ganador de un cabezón, es el favorito por su papel del sastre misántropo y psicópata en ‘Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, frente a Javier Cámara por su papel de profesor que persigue a Lennon en la comedia de David Trueba ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, y los también veteranos Tito Valverde por ‘Quince años y un día, de Gracia Querejeta, y Eduard Fernández por ‘Todas las mujeres’, de Mariano Barroso.
No es así en cambio en lo que se refiere a la candidatura a mejor actriz protagonista, que asemeja este año esa otra candidatura de actriz revelación, y que trae este año un alentador aire fresco. Cuatro actrices por debajo de los 40 años y tres de ellas vinculadas a cintas con marcado acento autoral compiten por uno de los galardones más codiciados.
Si hay una favorita a ganar el premio Goya a mejor actriz esa es Marián Álvarez. La actriz protagonista de ‘La herida’, de Fernando Franco, película revelación del año, ha ganado un buen puñado de premios desde que el jurado de San Sebastián le concediera la Concha de Plata a mejor interpretación femenina en septiembre del año pasado. El compromiso y talento con el que asumió su papel de Ana, una joven con trastorno límite de la personalidad le ha valido reconocimiento en los festivales de Mar del Plata, Toulousse y el premio Fotogramas, entre otros.
Quizás su mayor contrincante sea Inma Cuesta por la cinta más comercial ‘3 bodas de más’. Aunque poco probable, la Academia podría premiar su recién estrenada vis cómica, así como el talento para comandar una película que ha arrasado en taquilla en un año especialmente fatídico.
Menos resonancia tienen Nora Navas, ya ganadora de un Goya por ‘Pa negre’, que compite en esta ocasión con otra cinta catalana de autor (o mejor dicho de autora): ‘Todos queremos lo mejor para ella’, de Mar Coll. Por último la joven Aura Garrido, de apenas 24 años, compite con ‘Stockholm’, la cinta financiada con crowdfunding, que ha logrado colarse entre las nominaciones. La actriz, que ya recibió el premio a mejor interpretación en el festival de Málaga, tiene una larga carrera por delante, dato que podrían considerar los académicos para dejar su galardón para más adelante.
De cualquier forma, son cuatro rostros que aportan aire fresco, cuatro rostros con larga experiencia televisiva, y que responden a una nueva generación de intérpretes del cine español.
