El actor José Coronado en un momento de la película 'No habrá paz para los malvados'. / Archivo
Pedro Almodóvar y Enrique Urbizu. Los dos cineastas, curtidos en estilos muy diferentes, se han convertido a priori en los dos grandes animadores de la fiesta del cine español. 'La piel que habito' del manchego y 'No habrá paz para los malvados' del bilbaíno son las grandes favoritas para repartirse gran parte de los goyas. Todo parece indicar que será una pelea de dos, sin tener en cuenta a las otras dos cintas que optan tanto a mejor director como a mejor película del año: 'Blackthorn', el western boliviano de Mateo Gil que pasó desapercibido por completo en taquilla; y 'La voz dormida', de Benito Zambrano, el retrato de las presas republicanas en las cárceles franquistas.
De ganar cualquiera de los dos favoritos, el 'cabezón' servirá para que los realizadores le tengan un poco más de cariño a la Academia de Cine. Almodóvar no gana ningún premio como mejor director y película desde 'Volver', hace ya un lustro. Después, al cineasta español más internacional le ha dado tiempo a enfadarse con sus colegas de profesión, a abandonar la casa del cine y a realizar una entrada triunfal en la ceremonia de hace dos años gracias a la machaconería de Álex de la Iglesia, que logró lo que parecía imposible. Hoy llega al palacio de Congresos de Madrid con el Bafta a mejor película de habla no inglesa (premio que no esperaba) y esperanzado de que no suceda lo mismo que con '`Átame!', que obtuvo quince candidaturas y se fue de vacío.
Por su parte, Enrique Urbizu intentará llevarse a casa su primer premio por este 'thriller' protagonizado por su 'musa' Coronado. Ninguno de los dos ha conseguido nunca un Goya; el director vasco ni siquiera fue candidato cuando en 2002 estrenó la magnífica 'La caja 507'. Otro que puede debutar en estos premios es Antonio Banderas. Con su particular médico de 'La piel que habito' ha conseguido su cuarta candidatura, pero nunca ha ganado el Goya. En cambio, dos especialistas como Alberto Iglesias (música) y Reyes Ábades (efectos especiales) pueden sumar su décimo galardón en esta gala de los Goya, que se prevé más tranquila que en ediciones anteriores a pesar de las amenazas del colectivo Anonymous de acudir con sus caretas para protestar por la llamada 'ley Sinde'.
Momento agridulce
Enrique González-Macho, llega a su primera gala como presidente de la Academia de Cine en un momento agridulce para el sector. Por una parte, la taquilla ha aumentado con respecto a años anteriores gracias al fenómeno 'torrentiano' de Santiago Segura que, por cierto, tendrá un número musical en la fiesta. En 2011, también se recuperó cuota de pantalla: 15 de cada 100 espectadores eligieron una película de factura nacional frente a propuestas de industrias más potentes. Pero en el lado negativo está la crisis, que ha provocado innumerables contratiempos a los proyectos.
Recortes presupuestarios, falta de cobros y comienzos de rodajes retrasados se están convirtiendo en algo habitual en las películas españolas. Además, el anuncio del Gobierno sobre un cambio en las subvenciones que reciba el sector, también ha creado dudas. El ministro de Educación, Cultura yDeporte, José Ignacio Wert, anunció que el Ejecutivo iba a apostar por un modelo mixto de subvenciones, en el que se combine la ayuda directa con unas desgravaciones fiscales.