A cielo abierto: las mejores terrazas de Madrid
Un recorrido por varios rincones de la capital donde comer, tomar unas copas al aire libre y ver atardecer en buena compañía
A pie de calle o en las azoteas. Descubrimos los oasis urbanos más exclusivos de Madrid donde guarecerse del calor este verano y disfrutar al aire libre.
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Las Rozas Village: Vistas a la sierra y la mejor gastronomía
No hay mejor broche final a una intensa tarde de compras en Las Rozas Village que relajarse en su espectacular terraza de verano. La campaña de esta temporada #FashionmeetsGastronomy propone un diálogo entre moda y gastronomía apoyando el talento nacional de distintos chefs y dándoles la posibilidad de incluir algunas de sus creaciones en la carta. También se ofrecerán showcookings y sesiones de cine al fresco con películas y documentales de temática gastronómica y de moda, además de música en directo.
El aire bohemio de la terraza, su exquisita decoración, con colores cálidos y románticos, y su exclusivo ambiente lo convierten en el lugar ideal para saborear interminables noches estivales con un mojito en la mano . Además su enclave privilegiado, con vistas sobre la sierra de Madrid, regala increíbles puestas de sol.
Todo ello con una increíble selección de marcas nacionales e internacionales pensadas para los amantes de la moda que hacen de Las Rozas Village uno de los «place to be» de este verano.
Dirección : C/ Juan Ramón Jiménez, 3 (Las Rozas)
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Bosco de Lobos: Un vergel para desconectar
Ubicado en el patio del Colegio de Arquitectos, lo primero que llama la atención es su interiorismo y decoración brillantes: un espacio acristalado con cocina vista, horno de leña y estanterías con libros que contribuyen a crear una atmósfera con un encanto singular. En el aspecto culinario, la apuesta juega con especialidades italianas de corte veneciano. Destaca la pizza margarita debido a la finura de su masa, el papardelle al ragú o los espaguetis vongole con almejas. También disponen de un amplia carta de coctelería .
Precio medio : 35 euros
Dirección: Hortaleza, 63
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The Hat: La azotea más «hipster»
De Madrid al cielo. La imponente altura de esta azotea permite divisar el entresijo de tejados y corralas de La Latina o la cúpula de San Isidro coloreada por el sol del atardecer. Su zona acristalada es perfecta para combatir las altas temperaturas de agosto y refrescarse con un vermut o una taza de salmorejo acompañado de una tosta de jamón . Este verano, como novedad, sorprenderán con Hard Candy, una gama de cócteles elaborados con zumos naturales y servidos en originales bolsitas.
Precio medio : 20 euros
Dirección : Calle Imperial, 9
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The Principal: Un «rooftop» muy señorial
A siete pisos de altura, en pleno corazón de la Gran Vía, se oculta un jardín urbano para practicar el afterwork más chic bajo la sombra de olivos, cipreses y coquetas sombrillas rojas. Su elegancia atemporal y su mirador 360 grados con vistas al edificio Metrópolis o al Círculo de Bellas Artes también lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de interminables cenas de verano. La carta incluye propuestas frescas como berenjena tibia con sabores mediterráneos, tataki de atún o camarones crujientes . Como broche final, qué mejor que un refrescante cóctel al ritmo de la música de su DJ residente.
Precio medio : 40 euros
Dirección : Marqués de Valdeiglesias, 1
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Otto: Ambiente chic en la Castellana
En pleno bulevar de la Castellana, se encuentra uno de los locales imprescindibles de «terraceo» madrileño. Mesas altas para ver y ser visto y disfrutar de platos informales ideales para compartir como el hummus de berenjena ahumada con pan de pita, el tataki de solomillo ibérico con salsa de miel y mostaza o las gyozas de pollo . Con los últimos rayos de sol, el ambiente se anima y resulta perfecto para tomar una copa en compañía de amigos hasta bien entrada la madrugada.
Precio medio : 35 euros
Dirección : Paseo de la Castellana, 8
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Donde Mónica: El jardín secreto
Detrás de una casita, en pleno barrio de Salamanca, se esconde un coqueto patio interior con aire de «cottage» británico . Un acogedor espacio ajardinado con paredes cubiertas de hiedra, con el blanco como color reinante en su decoración. Al igual que su aspecto, su oferta culinaria también destaca por su originalidad. Añade a las recetas tradicionales un toque de autor para hacerlas propias, logrando platos excepcionales como una peculiar degustación de mini hamburguesas (a cada cual más buena) o una pala de salmón con crema de queso y rábano picante.
Precio medio : 20 euros
Dirección : Padilla, 3