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LEVANTÁ. Los barcos cercan a los atunes con las redes para iniciar la captura. / LA VOZ
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La temporada en las almadrabas de La Janda acaba con más capturas, pero de menor peso

La cantidad total de piezas levantadas alcanza las 6.500 frente a las 3.200 del 2005 La media de peso por ejemplar baja de los 200 kilos del año pasado a 140 este ejercicio

SHEILA ANAYA/BARBATE
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La temporada de las almadrabas en la comarca de La Janda se clausuró hace unas semanas con las últimas levantadas. En total, entre las tres instalaciones de Barbate, Zahara de los Atunes y Conil se han capturado desde abril a junio 6.548 atunes, más del doble del año pasado, pero con un peso mucho menor. La media por ejemplar se ha situado en torno a los 140 kilos de peso frente a los 200 de 2005. Así, el mejor mes para la captura del atún fue mayo, ya que, durante este periodo las almadrabas casi levantaron el 70 por ciento de las capturas totales. Por tanto, aunque pueda parecer una temporada mejor, los datos compensan y los almadraberos aseguran que siguen sumidos en una crisis del sector que viene impulsada por las capturas masivas que se vienen realizando en aguas del Mediterráneo por los grandes cerqueros industriales de bandera italiana, griega o libia, los cuales llegan a usar avionetas de rastreo para localizar los bancos.

Así, la gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas, Marta Crespo, señaló que «el balance del final de la temporada es realmente alarmante y desastroso, ya que, desde hace seis años seguimos un ochenta por ciento por debajo de las capturas que se venían realizando con anterioridad». Esto también se desprende del informe publicado ayer por WWF Adena, quienes advierten que estos países capturan un 40 por ciento más de la cuota fijada por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), lo que colocaría la especie al borde de la extinción y supondría la desaparición de este arte de pesca milenario. Por ello, Crespo advierte que «puede que incluso lleguemos a pedir el cierre de la pesquería».

Mientras tanto, en La Janda las almadrabas trabajan ya en la recogida del laberinto de redes a varias millas de la costa, un trabajo que les llevará toda esta semana. Sólo Barbate está recolocando su almadraba para capturar los denominados atunes de revés, aquellos que ya vuelven de desovar y, por tanto, tienen un peso y una calidad en el mercado mucho menor.

De todas formas, el precio de facturación por kilo de atún se ha situado este año en 6,68 euros aunque en la lonja se ha vendido por una cantidad media de 15 euros. Sin embargo, donde el atún alcanza el precio que lo eleva a la categoría de producto de lujo es en el mercado, llegando a costar 25 euros el kilo. Aunque esto no es nada comparándolo con los 70.000 que puede alcanzar en el mercado japonés y que anima a los buques nipones a recorrer medio mundo para llegar a las costas gaditanas desde abril hasta mediados de junio.