INCENDIOS. La superficie quemada durante el año pasado fue superior a las 600 hectáreas, de las que 486 fueron forestales. / C. D. A.
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El fuego quemó en 2005 en la provincia una superficie similar a la mitad del municipio de Cádiz

Casi toda la provincia se encuentra este verano bajo la catalogación de Zona de Alto Riesgo de incendio forestal En junio ya se han calcinado, de manera intencionada, zonas de Puerto Real, Chiclana, el Puerto, Jerez y Setenil

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Los dispositivos de emergencia están preparados. Un mes de junio repleto de incendios forestales, provocados por negligencias o pirómanos en la mayor parte de los casos y avivados por una tierra seca tras una primavera de escasas lluvias y un levante especialmente persistente, hace presagiar un verano intenso. Sirva como dato que prácticamente toda la provincia ha sido catalogada como Zona de Alto Riesgo de sufrir incendios. Durante 2005, la superficie forestal quemada fue el equivalente a casi la mitad del municipio de Cádiz, unas 600 hectáreas.

Este verano se presenta, a priori, como de alto riesgo, debido a la primavera seca que han sufrido los campos. Para colmo, las altas temperaturas han propiciado el crecimiento de muchos matojos, que arden con excesiva facilidad, por lo que el campo gaditano se ha llenado de combustible natural.

Los efectivos de bomberos ya han tenido que emplearse a fondo durante el mes de junio. La primera gran lucha contra las llamas lo tuvieron el pasado 6 de junio en Chiclana. Una negligencia provocó que, durante dos horas, cuatro urbanizaciones de La Barrosa en Chiclana vieran cómo el fuego se acercaba a sus viviendas. Una treintena de efectivos del Consorcio y dos helicópteros participaron en las labores de extinción. El mismo día, los bomberos tuvieron que acudir a apagar un total de quince focos en toda la provincia. De estos, once se localizaron entre Jerez y El Puerto de Santa María, uno junto al parque acuático Aquasherry y otro en las proximidades del hotel de Las Beatillas.

Un día después, el 7 de junio, 15 hectáreas salieron ardiendo en Puerto Real. Los bomberos necesitaron seis horas para sofocarlo. Al día siguiente se desató otro incendio en la localidad serrana de Setenil que obligaba a desalojar a varias familias, y que fue provocado. El día 11 se produjo un incendio en las zonas adyacentes al parque de Atocha, que provocó las iras de los vecinos de Palos Blancos.

Antecedentes del 2005

El año pasado más de 600 hectáreas de la provincia de Cádiz fueron pasto de las llamas, a pesar de las muchas medidas de prevención con las que se contaron. Casi 100 de las mismas estaban dentro de los límites de algún parque natural. En total fueron 156 los incendios que afectaron a terrenos forestales, pastizales y zonas agrícolas. Las investigaciones dejaron al descubierto que 54 partieron de alguna negligencia, 49 fueron provocados, 23 se produjeron por causas accidentales y sólo uno se debió a una causa natural, la caída de un rayo. Del resto, 29, se desconocen las causas. Por tanto, la mala fe o la negligencia provocaron el 66% de estas catástrofes.

Los meses de final de la primavera, verano y principio del otoño son los que presentan un mayor riesgo de incendios, debido a las altas temperaturas, que ayudan a su formación y propagación. A esto se suma el aumento de turistas en los campos, lo que dispara el número de imprudencias. Sirva como muestra que 120 incendios de los 156 del año pasado se produjeron entre los meses de mayo y septiembre.

Precauciones

Para evitar los incendios forestales se dispone de los llamados centros de defensa forestal (cedefos). Durante los meses de diciembre a febrero, los cedefos permanecen bajo mínimos, con sólo el 5% de su personal habitual en temporada alta. Posteriormente, y de manera paulatina, estos retenes van ampliándose hasta llegar a su máximo en los meses de verano. En los días de menor riesgo de incendios las labores de estos centros se basan en las tareas de prevención, como la creación y preparación de cortafuegos.

Teniendo en cuenta los datos del año pasado y las condiciones climatológicas adversas que se han dado durante la primavera de este año, las labores de prevención se han visto intensificadas con respecto a campañas de años anteriores. Se han habilitado casi 1.500 hectáreas de cortafuegos para evitar la propagación rápida de los incendios. También se están llevando a cabo otro tipo de iniciativas que pueden facilitar la actuación de los efectivos medioambientales en caso de incendio, como la colocación de bocas, en zonas próximas a fuentes de agua, donde poder enchufar las mangueras en caso de incendio cercano. En este sentido, la agencia del agua de la Mancomunidad de la Sierra ha preparado varios de estos puntos de toma de agua en función de las recomendaciones de los equipos de extinción en la sierra de Líjar.

Las condiciones de accesibilidad de los montes es uno de los grandes problemas tanto para las tareas de extinción como para las de prevención. Es por esto que la mitad de las hectáreas que se habilitan como cortafuegos se hacen de manera manual, ya que las maquinas no pueden llegar a los puntos más problemáticos.

La zona del parque de los Alcornocales, en la comarca de la Sierra y La Janda, volverá a ser el centro de atención de los efectivos de prevención, dado el alto valor ecológico de esta reserva natural y la facilidad con la que puede arder. La extensión de este parque natural supera las 170.000 hectáreas, de ahí que el cedefo de Alcalá de los Gazules se encuentre siempre en alerta máxima. Del mismo modo, el retén de Algodonales examina al detalle su zona, que abarca la sierra de Líjar y el Pinsapar, entre otras joyas medioambientales.

En lo que respecta al parque de Los Alcornocales, se ha producido un rifirrafe entre la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Junta de Andalucía. Así, la Asociación indicó que las nevadas de este año habían llenado el campo de pequeñas ramas de árboles, por lo que era mucho mayor el riesgo de incendios. Por su parte, la Junta niega tal aumento del riesgo e incide en que ya se han llevado a cabo las tareas de limpieza pertinentes en la zona.