El Barcelona se jugará la gran final ante el Milan

El Barça obtuvo el billete para las semifinales de la Liga de Campeones tras imponerse al Benfica por 2-0 con goles de Ronaldinho y Etoo. Los azulgrana sufrieron en demasía otra vez por su falta de puntería y no sentenciaron la eliminatoria hasta el final, para poder jugarse el pase a la gran final de París ante el Milan.

El Camp Nou vivió un duelo intenso lleno de tensión. Koeman aprendió una lección de Das Antas. Debía controlar a Iniesta para abortar la sangría de oportunidades creadas en la ida. Con Simao sobre el cerebro azulgrana, pretendía cerrar el grifo de creación azulgrana. Sin tiempo para comprobar la efectividad de su planteamiento, su Benfica estaba contra las cuerdas tras una inocente mano de Petit. Moretto aplazaba la alegría del Camp Nou despejando el disparo de Ronaldinho.

El Camp Nou volvía a creer en fantasmas. Más aún cuando Deco sumaba una amonestación que le apartaba de San Siro. Al Barça le costaba crear peligro por culpa, en gran parte, del planteamiento de Koeman. Además, tampoco era cuestión de lanzarse a tumba abierta a por la portería portuguesa.

El Barça optó por la paciencia echando el resto en la presión. Fruto de ella, nació el estallido de júbilo del coliseo azulgrana. Etoo aprovechó un error de Beto para marcarse una acción de extremo y un centro letal que Ronaldinho culminó. El brasileño zanjaba el maleficio ante Moretto y abría la puerta de la semifinal.

Koeman acogió el tanto sin inmutarse. Su única decisión fue variar la posición de Simao. Valdés era un simple espectador. En esa tesitura, el Barça anduvo con comodidad aunque otra vez falto de poder letal. A su mala puntería se le sumaba el error de Lubos Michel que sacó fuera del área una clara mano de Luisao, al que encima ni amonestó, en una internada de Ronaldinho.

El Barça estaba a escasos centímetros de engrandar su ventaja. Una distancia que desestabiliza a Van Bommel incapaz de batir al portero contrario. Y eso que contaba con la ayuda de la defensa portuguesa capaz de regarle un balón a Etoo en un saque largo de Valdés que el camerunés lanzó por encima del larguero.

Al filo del abismo

Nada cambió tras el descanso. El Barça siguió ejerciendo su dominio. Faltaba concretar. Belletti lo tuvo en sus botas pero se quedó con el molde después de que Etoo no afinase en el pase. Tanta ineficacia le abrió una puerta al Benfica. Simao tuvo la gloria ante Valdés pero el ex azulgrana la mandó fuera ante el la congoja general.

Pese a la entrada de Karagounis, el Benfica mantenía su estilo sin querer descubrir sus cartas. El Barça acogió esa falta de descaro con nerviosismo acusando todas las ocasiones malogradas. Percibiendo esa presión, Koeman activó su zona ofensiva con la entrada de Robert.

El duelo languidecía repleto de tensión. Etoo pudo calmar los ánimos pero la respuesta del Benfica atizó los corazones azulgrana. Un medido disparo de Karagounis lo desvió primero Valdés y después Oleguer. Tras el atisbo de drama, el Camp Nou vivió la fiesta. Una contra azulgrana acabó con el cuadro portugués. Pase de Belletti y Etoo no perdona para situar al Barça en las semifinales. Próxima parada: San Siro, con la baja de Deco y la presencia de Messi.