A emitir que son dos días
La guerra de audiencias entre las televisiones ha provocado que los programas entren y salgan de las parrillas a la velocidad del rayo. Nadie está a salvo del temido 'share'
Actualizado:Algunos estuvieron y ya no volverán, otros regresaron después de haber pasado por la nevera un buen tiempo y de la mayoría ya nadie se acuerda. Los grandes perjudicados de la guerra de audiencias que vive la televisión actual son los programas y series que no han logrado conectar con el público. ¿Por qué? Esa es la pregunta del millón de dólares que persiguen los programadores de las cadenas. Las razones por las que un espacio funciona o no son un misterio sin respuesta y no hay género que esté exento de naufragar. Los últimos fiascos son los protagonizados por el gavilán Michel Brown con su Estoy por ti y la veterana periodista María Teresa Campos, que ya no InTeresa a Antena 3. Los espacios van y vienen por las parrillas y sólo hay una cosa clara: ¿Sálvese quien pueda de la guerra por el share!
No cantas, ¿o qué?
La cantidad de espacios que han desaparecido últimamente de las parrillas de las cadenas tras un pequeño número de emisiones es sorprendente, pero un caso llama la atención sobre el resto. ¿Cantas o qué? se presentó como la gran apuesta de Antena 3 para esta temporada. A mitad de camino entre Operación Triunfo y Mira quién baila, el concurso aparentemente presentaba todos los ingredientes necesarios para triunfar: caras conocidas sin miedo a hacer el ridículo con sus gallos, una cara conocida como Paula Vázquez y un desembolso económico en promoción y producción bastante elevado. El resultado fue que tras dos semanas en antena desafinando, la cadena cerró la partitura. Y es que en la franja horaria de la noche, el 11,9% de share que obtuvieron Arancha Bonete, Estefanía Luyk y demás quedaba muy lejos del 20% que piden las grandes cadenas.
Ni siquiera aquellos que han triunfado están a salvo de caer haciendo lo que les llevó al éxito.
No brillaron en la noche
Lo saben muy bien Pepe Navarro y el Gran Wyoming tras fracasar en su intento de que TVE consiga por fin tener un programa nocturno capaz de plantar batalla a los late night de las cadenas privadas. Navarro no superó el 13,9% de share en sus 18 programas junto a Ruffus. TVE retiró el espacio porque no se cumplieron «las expectativas de audiencia depositadas en él». Wyoming lo tuvo aún peor. No alcanzó el 7% en la lucha de los miércoles con Buenafuente y, tras vagar por la parrilla, acabó en la noche de los domingos. Después de nueve programas la cadena pública aplicó a su azotea el título de la última película dirigida por George Clooney: Buenas noches y buena suerte. Por su parte, Telecinco y Carolina Ferré tenían un Plan C para recuperar los lunes el liderazgo nocturno que durante años les dio Sardá desde Marte. La apuesta sólo duró tres programas en los que, eso sí, alcanzó el preciado 20% de share. ¿Cuál fue el problema entonces? El dominio de CSI sobre la noche del lunes es tan absoluto que, pese a tener una buena audiencia, Carolina perdía demasiados espectadores que cambiaban de canal entre espacios.
Pero hay muchos más ejemplos de fracasos nocturnos: en TVE, Concha Velasco dejó de decir Mi abuelo es el mejor a los 3 programas y Óscar Terol no consiguió que su humor Made in China obtuviese el éxito que había cosechado Vaya semanita en la ETB vasca; Antena 3 eliminó fulminantemente espacios como Estudio de actores, El castillo de las mentes prodigiosas o Mire Usté y no acabó de emitir la segunda temporada de A tortas con la vida; y Telecinco ha retirado Engaño y Los Morancos Channel nº5 con sólo dos emisiones de cada espacio.
Espacio aparte merece una serie que los críticos catalogaron como la de más calidad de los últimos años. Vientos de agua fue retirada de Telecinco por un fenómeno nuevo: la piratería. El espacio tuvo una audiencia escasa que la cadena achacó a que «interesó más a un público de cine que de televisión».
El caso es que al día siguiente de su emisión los episodios ya estaban colgados en internet y eran descargados de forma masiva. El resultado fue la suspensión de la emisión y el acuerdo para poner a la venta una colección de lujo en DVD con la totalidad de la serie.
La lucha por la tarde
Si la franja nocturna tiene la lista más larga de bajas televisivas, la tarde le sigue de cerca y los nuevos de la clase no están libres de la lucha. Cuatro ha tenido sus dos primeras bajas en el horario de mediodía. La primera en caer fue Deborah Ombres con un Rompecorazones que tenía dibujado una diana en el pecho debido a su baja audiencia. Luego le tocó el turno al gamberro 6pack, que ha demostrado que un Jackass a lo español no tiene cabida, al menos en una televisión generalista y en abierto.
Tampoco tuvieron suerte en las tardes de TVE dos pesos pesados como Alfonso Arús y Juan Ramón Lucas. El primero ha dejado de estar Tan agustito los domingos y será el encargado de dirigir el enésimo intento de la cadena pública por tener un programa nocturno con audiencia. El segundo pinchó de nuevo con un magacín y Esto es vida fue retirado a petición de su propia productora. Y es que la tarde no perdona y si no que se lo pregunten al guapo Michel Brown o a la veterana María Teresa Campos, que en abril va a decir adiós a su espacio diario en Antena 3.
¿Qué me pasa doctor?
Libres de hacer esta pregunta están los espacios de las televisiones autonómicas y de La 2. En el caso de la segunda cadena pública la razón es que la suya no es una lucha por audiencia y se puede permitir el lujo de mantener programas como iPop, que no alcanza el 1% de share. Lo de las autonómicas es otra historia. Estas cadenas pueden mantener programas por su menor necesidad de rentabilizar espacios, que para asumir los costes ya están los contribuyentes.
También se salvan -de momento- de la vorágine del share los informativos, que cambian caras, duración y horarios, pero que todavía pueden estar tranquilos de desaparecer, aunque algunos no alcancen las cuotas de pantalla deseadas.
Y es que la tranquilidad algunas veces llega a ser la clave del éxito. Hospital central y Sin rastro empezaron con mala audiencia, pero Telecinco y Antena 3 apostaron por ambas series que llegaron a ser líderes de audiencia en sus franjas horarias. ¿Las prisas no son buenas para los programadores o más vale una retirada a tiempo? No existe respuesta, pero mientras tanto los responsables de series y programas piensan: A emitir que son dos días.