El Gobierno salió ayer en tromba a descalificar al PP por poner en tela de juicio la investigación judicial y policial sobre los atentados del 11-M. Las palabras más duras fueron las del ministro del Interior, José Antonio Alonso, quien acusó al partido opositor de «cuestionar el estado de Derecho» y «la propia idea de España» cuando duda de la actuación de los jueces y fuerzas de seguridad. La vicepresidenta primera, a su vez, tachó de «irresponsabilidad sin límites» el comentario del líder de la oposición sobre la posible nulidad del sumario.