Disminuye el número de visitantes en la Biblioteca Provincial, pero aumentan los préstamos en la web
La institución prestó 55.962 libros durante el pasado año, mientras que los ciudadanos demandaron 55.547 DVD Los gaditanos cuentan con más de 120.000 documentos
Actualizado: GuardarEn pleno siglo XXI, las sociedades de la información y de la informática son una realidad innegable. Y en ello, no iba a ser menos Cádiz. El desarrollo de los aparatos electrónicos, que facilita el día a día no sólo en el trabajo sino también en el tiempo libre, hace que los gaditanos se estén acostumbrando a utilizar el servicio de reserva de la página web para solicitar sus préstamos. Y eso se nota y mucho en las peticiones que hacen los gaditanos de los fondos de la biblioteca pública de la provincia.
«Está disminuyendo el número de visitantes, pero en cambio aumentan los préstamos ya que resulta más sencillo hacer uso de la vía web o el teléfono para reservar los libros», manifiesta la directora de la Biblioteca Pública Provincial, María José Vaquero. Sin embargo, muchos prefieren la manera tradicional. De ahí que más de uno se acerque a la avenida Ramón de Carranza para sacar sus libros, compactos, cintas de vídeos y DVD. Pero poco a poco, los gaditanos se están acostumbrando a reservar sus libros a través de internet, ya que «la propia institución realiza una llamada al solicitante una vez que el libro es devuelto», asegura la directora de la biblioteca, quien indica que «el lector lo agradece mucho en esta sociedad de prisas».
El año pasado, la institución provincial prestó 55.962 libros y folletos, buena parte de ellos en los meses de verano, fechas en las que acuden más los gaditanos. Para muestra, un botón. Los usuarios demandaron más de cinco mil libros en julio, agosto y septiembre, respectivamente, frente a los 3.572 que solicitaron los lectores gaditanos en plenos parciales de febrero.
A los préstamos ordinarios, los que se pueden llevar los usuarios a sus casas, se suman todos aquellos que se realizan dentro del propio edificio y que no pueden salir al exterior, de los que no hay una contabilidad, pero que se hacen en la sala de investigadores y de consulta.
Salas de estudio
«Las salas de consulta están para posibilitar que la gente consulte los fondos que alberga. No son salas de estudio como creen muchos gaditanos de ahí que muchos pidan hablar más bajo, pero es que muchas personas están haciendo una consulta», señala María José Vaquero, quien apunta que «Cádiz necesita más salas de estudio ya que en ellas no es necesario una hemeroteca y un bibliotecario».
En la tercera planta, sala de investigadores, los más curiosos y amantes de la lectura se encuentran, a su vez, con el fondo local, dedicado a Cádiz donde el libro más antiguo es de 1501 y el más moderno, de 1958. Un fondo que en estos momentos está «en proceso de catalogación», indica la directora.
Si se baja un piso, los usuarios se encuentra la sala de consulta con obras de referencia, temas andaluces, hemeroteca y boletines oficiales. A todo este fondo se suma la prensa local, nacional e internacional junto a un volumen importante de revistas de muy diversas materias, pudiéndose encontrar ejemplares de alemán, francés, inglés e italiano. Estos curiosos pueden igualmente utilizar la hemeroteca con prensa desde principios del XIX.
Así, más de 120.000 documentos componen los fondos de la institución, entre libros, compactos, cintas de vídeos y DVD, que el año pasado se amplió con una inversión de cerca de «60.000 euros en la adquisición de material» bibliográfico.
Novedades
Todas esas novedades quedaron, por tanto, expuestas a la entrada de la primera planta, que en muchas ocasiones salieron a la palestra con las exposiciones de temas o autores que organiza el centro para que los visitantes descubran adquisiciones insólitas. Con esta iniciativa y otras, «la institución es más dinámica dejando de ser un templo de custodia de libros viejos para ser foco dinamizador», manifiesta la directora.
No obstante, los responsables del centro advierten que en los últimos años se está produciendo una disminución en el préstamo de libros en detrimento de otros formatos, aunque hoy por hoy «caminan muy a la par».
El año pasado, la institución prestó 55.962 libros frente a los 55.547 deuvedés que demandaron los ciudadanos. Sin embargo, cuando la biblioteca abrió sus puertas, tras la reforma en 2000, el préstamo audiovisual se disparó con 60.000 peticiones «frente a los 35.000 libros solicitados». Una rehabilitación que supuso un incremento sustancial del número de usuarios porque antes de cerrar la biblioteca contaba con 56.000 usuarios para después de la reforma tener «325.000 usuarios». Los inscritos ahora son 200 de media mensual y al año llegan a 2.800.