ESPAÑA

ETA anuncia en un comunicado que es la hora de «dar pasos», pero elude hablar de tregua

La banda descarta un paso unilateral y sitúa la «clave» en el respeto al derecho de decisión El Gobierno replica que sólo espera de los terroristas «la renuncia definitiva a las armas»

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No fue el tan esperado anuncio de tregua sobre el que se han generado innumerables expectativas. ETA emitió ayer tarde un comunicado en el que instó a los agentes políticos vascos a que «den pasos ya» para la resolución del denominado conflicto vasco, pero eludió anunciar el abandono definitivo de las armas, como exigen tanto el Gobierno español como los partidos democráticos vascos para abrir un proceso de normalización.

El Gobierno se negó a responder a ETA. Fuentes de La Moncloa reaccionaron con celeridad al último comunicado y, tras recordar que el Ejecutivo no comenta ningún pronunciamiento etarra, sentenciaron que la única declaración terrorista que esperan es aquella en la que ETA anuncie «la renuncia total y definitiva al uso de las armas». Aunque se trata de la habitual respuesta que el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero da a todos los comunicados etarras, la reacción gubernamental encierra en este caso un rotundo rechazo a la advertencia de que «la resolución del conflicto no llegará a través de pasos unilaterales» que ha efectuado ETA.

La organización terrorista exigió además el respeto a la libre decisión de los vascos sobre su futuro porque permitir este paso es la 'clave' para la consecución de la paz y la normalización política. Advirtió asimismo al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero del error que, a su juicio, sería confundir la apertura de un proceso de diálogo con el impulso a «un nuevo ciclo autonómico prolongaría el conflicto».

Agentes vascos

A través de un comunicado enviado a Radio Euskadi, ETA frenó las especulaciones de la última semana sobre la posibilidad de una tregua por parte de la banda terrorista, que aseguró, como hace siempre, que la «solución del conflicto no llegará a través de pasos unilaterales».

Por esta razón, ETA hizo un llamamiento a los que denominó «agentes vascos» a que «den pasos ya sin esperar a nadie. Ha llegado -afirma la organización terrorista en su texto- el momento de tomar compromisos firmes y decisiones importantes sobre el futuro de Euskal Herria pasando de las palabras y mostrando audacia».

ETA fijó en su comunicado las que, en su opinión, deben ser las 'claves' de la nueva situación política. Dejó claro, de entrada, que «debe respetarse lo que Euskal Herria decida sobre su futuro» y consideró «indispensable que se produzca un cambio del estatus político». En esta línea, señaló que «el diálogo y la negociación son los únicos caminos para solucionar el conflicto».

La organización terrorista asumió la comisión de ocho atentados perpetrados en enero y febrero del presente año. Entre ellos, el cometido contra una discoteca en la localidad navarra de Urdax y que justificó por la negativa de sus dueños a acceder a la extorsión económica mediante el pago del llamado 'impuesto revolucionario'.

Reacciones políticas

El comunicado de la banda terrorista generó una rápida reacción entre los partidos políticos, críticos con este contenido ambiguo.

Rodolfo Ares, coordinador de la ejecutiva del Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE), consideró que el comunicado «no es el que inmensa mayoría de la gente está esperando, aquél en el que anuncie que deja definitivamente la actividad terrorista. Por eso -agregó- a los terroristas y a quienes les apoyan tenemos que decirles que no que esperen que la democracia y el Estado de Derecho les paguen un precio político por dejar las armas».

A ETA, recalcó, «el único camino que le queda por recorrer es el que le lleva al abandono de la actividad terrorista y mientras no lo hagan deben perder toda esperanza, porque seguiremos combatiéndoles en todos los frentes».

El PNV advirtió a ETA de que no va a aceptar «ningún tipo de presión, tutela o condicionante sobre su actuación política por parte de aquellos a quienes solo compete una decisión: dejar definitivamente las armas». El comunicado «demuestra que no quiere entender lo que la sociedad vasca le reclama». El PNV recordó que la exigencia de los vascos «no es otra que el abandono definitivo de la violencia».

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, consideró que ETA «confunde el proceso de pacificación, donde ella tiene un papel porque es quien tiene que emitir un comunicado de tregua, con el proceso de normalización, donde las únicas que tienen un papel son las fuerzas políticas representativas de los vascos». Para el líder de IU, este comunicado «no es el paso definitivo que se esperaba de ETA» y advirtió a la banda de que «esa estrategia de pequeños pasos unilaterales», en los que «pretende que sea compatible el mantenimiento de la amenaza de las armas con la negociación o con el proceso de paz, es inviable».

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán Lleida, consideró que «no merece la pena valorar ningún» comunicado de ETA que no sea el anuncio del fin de la violencia y advirtió de que no es la banda terrorista «quien debe marcar el paso de un posible futuro proceso de cese del terrorismo».

Durán insistió en la necesidad de que las fuerzas políticas democráticas, «empezando por el Gobierno, mantengan la discreción y la prudencia necesarias y no caigan en la trampa de ir generando una ansiedad entre políticos y medios de comunicación». A su juicio, es ETA la que debería tener esa ansiedad, «y no nosotros».