Las rutas de aves migratorias sitúan a Cádiz en el epicentro de riesgo de la gripe aviar
En marzo cientos de aves regresarán al norte de Europa atravesando la provincia por el embalse de Barbate, Doñana y el Parque Natural de la Bahía La Junta refuerza las medidas para evitar el contacto entre los animales salvajes y domésticas
Actualizado: GuardarLa provincia de Cádiz está en alerta. Sin ánimo de alarmar en exceso a la población e insistiendo en que de momento los casos de gripe aviar que se han contagiado en Europa no se han extendido a seres humanos, las distintas administraciones competentes intensifican los controles en las zonas de riesgo, que en la provincia se centralizan en el Parque Natural de la Bahía, el entorno de Doñana y el embalse de Barbate.
El H5N1, el virus más mortífero de esta epidemia que ya ha afectado a gansos, pollos y pavos de países del entorno como Alemania, Italia, Hungría, Austria, podría dar el salto al territorio nacional en los próximos días, si bien los expertos no se ponen de acuerdo sobre si su propagación va en paralelo al recorrido de las aves migratorias.
Si finalmente se confirma que son las especies que viajan cada año de norte a sur para evitar el frío invierno y que regresan ya entrada la primavera a los países del norte de Europa, la de Cádiz sería una de las provincias con mayor índice de riesgo de encontrarse con contagios de la mutación aviar, ya que sus zonas húmedas son muy extensas y variadas, y además ejercen una poderosa atracción sobre distintas especies en sus travesías migratorias por el continente.
Medidas preventivas
Para prevenir la enfermedad, en la provincia se están tomando todas las medidas posibles y se está sometiendo a análisis a miles de aves de los humedales y zonas de riesgo. No obstante, y pese a que espacios como Doñana, el Parque Natural de la Bahía o el pantano de Barbate son zonas de paso y de alimentación llegada la primavera a partir del próximo mes de marzo para numerosas especies migratorias como cigueñas, flamencos, ánades, golondrinas o vencejos, entre otras, desde la Delegación provincial de Agricultura y Pesca no se prevé la adopción de medidas especiales y se confía de manera plena en la seguridad del protocolo establecido hasta el momento por los gobiernos central y autonómico.
Según se confirmaba además a LA VOZ desde esta Delegación en Cádiz, «no hay motivo de preocupación en relación a las granjas de tipo industrial dedicadas a la cría de aves en la provincia», que en un número aproximado de ochenta «no constituyen problema a priori ya que cumplen básicamente con las condiciones higiénicas y se encuentran aisladas», y en su mayoría a cubierto y por tanto a salvo del contacto con aves salvajes en proceso migratorio. Sin embargo, sí preocupan los humedales repartidos por la geografía gaditana, donde «se centra la vigilancia, al objeto de minimizar el contacto de aves silvestres con las pequeñas explotaciones de autoconsumo, cuyos comederos y bebederos se tienen que encontrar protegidos respecto de las aves silvestres».
Además, se reconoce que «llegado el momento se podría proceder a sacrificar y destruir los cadáveres en las zonas afectadas, situación ésta que no cogería desprevenidos a los equipos necesarios al efecto», se añade desde la Administración autonómica.
Encierro de aves
A todo ello hay que añadir una especial sensibilización de la población con el problema de una posible epidemia animal; así, y aunque el consumo de carne de ave no ha sufrido una bajada considerable hasta el momento en los mercados, los gaditanos prestan atención a cómo la gripe animal se propaga por Europa y deja tras de sí cientos de animales sacrificados y decisiones drásticas de los gobiernos de Francia u Holanda que han encerrado a todas las aves de corral e incluso a las mascotas.
La edición de un tríptico por parte de la Consejería de Agricultura pretende servir para tranquilizar a la población, y las constantes intervenciones de expertos en la materia y de responsables de las instituciones se ocupan de reiterar que hasta el momento «sólo se han producido infecciones en animales y que en el supuesto caso de que el virus mutase al ser humano, se podrían usar los antivirales y habría una vacuna disponible contra la enfermedad en sólo cuatro meses».
La gripe aviar, originaria de la región de Cantón en China, ha afectado ya a animales de Siberia, Rusia y África occidental, y en su propagación llegó a Centroeuropa hace pocos días y se ha extendido rápidamente por países como Alemania o Italia.
La cifra de animales sacrificados es muy elevada y en cuanto a la mortandad en humanos, de momento se contabilizan más de un centenar de casos que acabaron en muerte de la persona infectada, ninguno de ellos en Europa.