La minsitra de Sanidad, Elena Salgado. EFE
EL PP vota EN CONTRA

Aprobada la ley que permitirá seleccionar embriones para salvar a un hermano enfermo

Salgado acusa al PP de atender a criterios "pseudoreligiosos" para votar en contra

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El Congreso de los Diputados ha dado luz verde al proyecto de ley de reproducción humana asistida, que permitirá la selección genética de embriones con fines terapéuticos para terceros. De esta forma, las parejas podrán buscar un bebé sano que sirva de donante para curar al hermano enfermo. Precisamente este es uno de los puntos que llevó al Grupo Popular a votar hoy contra de una parte del dictamen de este proyecto, que será remitido al Senado para su debate y votación de las enmiendas que se mantienen.

Antes de la votación y al presentar el proyecto en el pleno, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha acusado al PP de haber atendido a criterios "pseudoreligiosos" y a las instancias más conservadoras de la jerarquía eclesiástica, al tiempo que ha lamentado la oposición del grupo popular a esta futura norma y especialmente a algunos de sus aspectos más innovadores como es la citada selección genética. De este punto en concreto, la ministra ha confesado sentirse "especialmente satisfecha" y ha asegurado que hay 150 familias a la espera.

No obstante, ha recordado que la autorización de esta técnica se limitará a casos excepcionales, previo informe favorable de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida y con las máximas garantías éticas y científicas.

A juicio de Salgado la ley del Gobierno del PP aprobada en el 2003 fue una ley "retrógrada" que no atendió a las demandas sociales ni a criterios científicos sino "exclusivamente a criterios pseudoreligiosos". Así, ha recordado, limitó a tres los ovocitos fecundables por cada ciclo y que resolvió que los embriones sobrantes a partir de la entrada en vigor de la ley del PP no podrían ser utilizados para la investigación, pero sí los anteriores a esta norma del 2003.

La nueva norma suprime esta limitación de los ovocitos y lo deja a criterio médico para incrementar así la posibilidad de éxito del embarazo y evitar la repetición de ciclos, que suponen un alto coste para la salud de la mujer.

En cuanto a los embriones sobrantes, serán las parejas las que decidan si los quieren congelar para reservarlos para su uso en un futuro, para donarlos a otras parejas o para autorizar que se utilicen para la investigación.