EL PUERTO

La mayoría de los colegios incumplen las normas de accesos para discapacitados

La inversión del Plan Mejora Escuela paliará en gran medida esta irregularidad

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Mucho se ha avanzado para eliminar las barreras arquitectónicas en los centros escolares de El Puerto, pero aún faltan algunas por erradicar. El séptimo Acuerdo Ejecutivo firmado con la Junta para adecuar colegios e institutos ha acabado con gran parte de ellas y las que aún existen «desaparecerán con el Plan Mejora Escuela que aportará algo más de un millón de euros a la localidad» anuncia el concejal de Educación, Joaquín Corredera.

Hay casos concretos que llaman la atención. Eladio Vázquez, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, Flapa, explica que «primero hay que ver como están los accesos a los centros y luego a las distintas instalaciones, es decir, biblioteca, salón de actos y demás». «Los ascensores y montacargas están bien, pero no son el único requisito para acabar con las barreras. Además, el pago del seguro y su mantenimiento son tan caros que en algunos centros no funciona».

Parado

Uno de esos centros es el José Luis Tejada. Su director, Juan Antonio Villarreal, confiesa que «la integración para las personas con movilidad reducida es total, hay rampas de acceso y un ascensor, pero lo cierto es que debido a nuestra precariedad económica nos hemos visto obligados a prescindir de su funcionamiento».

El I.E.S. Mar de Cádiz ha terminado recientemente su remodelación. Cuentan con dos montacargas y varias rampas, pero siguen existiendo inconvenientes para una de sus alumnas que va en silla de ruedas. Tiene dificultades para entrar al salón de actos y la biblioteca porque no era posible construir una rampa. El arquitecto ideó un circuito alternativo para entrar a estas instalaciones recorriendo el patio. El inconveniente, el largo desplazamiento y la climatología, ya que el circuito está al aire libre. «Se trata de una chica que se resfría con facilidad, por eso ya no la haremos tomar este recorrido. Además, su aula será trasladada al edificio tres que empezará a funcionar en una semana y evitaremos que tenga que salir salvo en lo necesario». explicaban fuentes del instituto.

El caso opuesto se da en el Antonio de la Torre. Tienen cuatro edificios, dos de ellos, los más viejos, de dos plantas y sin ascensor. Allí han optado por cambiar las clases de ubicación cuando alguien sufra algún percance, como 3º y 4º de E.S.O. que se pasaron a la planta baja para facilitar el desplazamiento a un profesor con problemas de movimiento.