Un alumno «ejemplar» en Las Carmelitas
Actualizado: GuardarEl colegio Sagrado Corazón de las Hermanas Carmelitas de la Caridad ha luchado por eliminar las barreras arquitectónicas. Empezó con la construcción de un ascensor hace dos cursos que costó 72.000 euros.
El año pasado adaptaron los pasillos con rampas, quitaron las puertas dobles para facilitar el paso y colocaron en un ala nueva, cercana a la entrada, a un estudiante que tiene problemas de movilidad.
Ángel Padilla tiene 17 años y le encanta asistir a clase. «Me lo paso muy bien con mis compañeros y profesores, en casa me aburro» explica el joven. Los que le conocen dicen de él que «tiene un gran sentido del humor y encima es buen estudiante». La directora del centro, Teresa Fernández Rivera, confiesa que «hemos removido cielo y tierra para encontrar un material adaptado a sus necesidades y la ayuda de las instituciones ha sido escasa». Ángel tiene un ordenador personal en el aula donde hace sus tareas. «Si tuviéramos medios podría llegar a hacer incluso el bachillerato dice su tutor» explica Fernández.
Ángel podría estar hasta los 20 años en el colegio y él quiere seguir, como sus padres y profesores. «Aquí está integrado, sus compañeros le quieren y le ayudan. En un centro de necesidades especiales no estaría a gusto», concluía su directora.