ESPAÑA

El Gobierno acusa al PP de abrir fisuras en la lucha contra ETA por «un puñado de votos»

Los populares califican de «vil y canalla» a Zapatero y dicen que si gobernasen ellos el fin del terrorismo estaría más cerca López Aguilar niega que se negocie «entre bastidores»

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La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acusó ayer al PP y a su presidente, Mariano Rajoy, de practicar una oposición «ruin y cicatera», en la que no les importa «abrir fisuras» en la lucha contra ETA «por conseguir un puñado de votos».

La afirmación de De la Vega se produjo en una jornada en la que diversos líderes del PP y PSOE se lanzaron duras descalificaciones tras la conmoción política causada el viernes por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al decir que vivimos el «inicio del principio del fin de ETA».

La vicepresidenta, que intervino en el Congreso de la Federación del Metal de UGT en Sevilla, se lamentó de que, «desgraciadamente, tenemos una oposición ruin y cicatera, dispuesta a intentar sacar votos a cualquier precio». «No importa si para ello hay que enfrentar a vascos y catalanes con el resto de los españoles, no importa si por conseguir un puñado de votos hay que abrir fisuras en la lucha contra el terrorismo», agregó.

La portavoz del Gobierno aseguró que el problema es que, aunque Rajoy lleva dos años en la oposición, y «ha tenido tiempo suficiente para haber madurado y saber cómo debe ejercerse una oposición seria y responsable en los temas que afectan al Estado», no lo ha hecho y «es capaz de todo». Dijo que el PP debe tener «menos sed de poder y más ganas de país», porque España «se merece una oposición valiente, con coraje y responsable, capaz de decir sí en los grandes temas de Estado» y especialmente en la lucha contra el terrorismo. No obstante, De la Vega se consoló al mostrar su confianza en que «los ciudadanos sabrán distinguir los falsos profetas de los verdaderos patriotas».

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, negó, por su parte, que el Gobierno «esté teniendo una negociación entre bastidores» con ETA y ahondó en la misma crítica cuando afirmó que el PP «haría un gran servicio a la sociedad si arrimara el hombro (en la lucha contra ETA) la centésima parte de lo que los socialistas lo arrimamos cuando estábamos en la oposición».

«Pago por adelantado»

Los líderes populares salieron en tromba para descalificar con dureza las palabras de Rodríguez Zapatero y la política antiterrorista del Gobierno. El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, calificó la política antiterrorista de «ridícula y lamentable» y dijo que el Gobierno ahora «depende de los terroristas, que son los que llevan la iniciativa». En su opinión, el Ejecutivo lejos de arrinconar a ETA con la ayuda de las leyes, la policía y los tribunales se centra en una estrategia que busca «el diálogo, la negociación y, en algunos casos, incluso, el pago por adelantado».

Zaplana aseguró que si «en estos dos años que casi lleva Zapatero al frente del Gobierno hubiera seguido el PP, sí que podríamos estar hablando del fin de los terroristas, pero con muchísimo rigor y desde la verdad más absoluta, desde la lucha policial y legal, no desde la negociación». «Estaríamos mucho más cercanos y próximos (al fin de ETA) de lo que en este momento nos encontramos», insistió.

El responsable de Interior en la dirección nacional del PP, Ignacio Astarloa, llamó en Getxo (Vizcaya) «vil» y «canalla» a Rodríguez Zapatero por decir que los populares no muestran apoyo alguno al Ejecutivo para terminar con ETA. Aseguró que el Gobierno ha dilapidado la «herencia antiterrorista» de los gabinetes de José María Aznar y que se ha plegado al terrorismo, por lo que ETA «está eufórica» y alguno de sus líderes (Arnaldo Otegi) dice que «vamos ganando».

Astarloa cree que «hace dos años estábamos en el principio del fin de ETA y ahora estamos en el principio del inicio del proceso de dar a ETA lo que quiere, aquello por lo que ha estado matando durante décadas». «Estamos en el principio del inicio de la rendición del Estado democrático y de Derecho que hasta hoy es España frente a ETA», afirmó antes de retar a Zapatero a «que venga si tiene narices, si tiene decencia, y os diga a los militantes del PP vascos que lo que pasa es que el PP no quiere acabar con el terrorismo».

Tregua «de facto»

El PSOE no fue el único partido que afeó al PP su actitud. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, se dirigió desde Gijón a Rajoy para pedirle «decencia» y que no «anteponga los intereses de partido, de confrontación con el Gobierno, a la prioridad de la paz». Llamazares exigió al PP que no «boicotee» una posible tregua de ETA -que cree que existe de facto- porque «el Gobierno debe tener todo el apoyo y el respeto del resto de formaciones políticas para que el proceso de paz sea un proceso sólido».

El Gobierno Vasco, a través de su consejero de Justicia, Joseba Azkárraga, también ofreció ayer su apoyo al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero en el inicio de un diálogo con la banda terrorista ETA, proceso al que afirmó que nunca pondrán freno. No obstante, reclamó al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que dé «más pasos», especialmente respecto a los presos etarras, para impulsar un proceso de paz que «posiblemente sea la última oportunidad».

El portavoz en el Congreso de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, adelantó a su vez que la próxima semana solicitará que el Gobierno acuda a la Comisión de Secretos Oficiales del Parlamento «para que comparta con los diferentes grupos parlamentarios la información que tiene sobre el proceso de la banda terrorista ETA».

Asimismo, Duran Lleida recordó que la lucha contra el terrorismo debe ser «unitaria» y que el Ejecutivo «no puede capitalizar en solitario ni el éxito ni el fracaso de esta política», zanjó el líder de CiU.