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Las ventas de brandy de Jerez llegaron a 500 millones de euros en 2005

Las exportaciones suponen el 30% de las ventas y sitúan a Filipinas, México y Alemania como primeros clientes

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El 95% del brandy producido en España es jerezano. Esta bebida espirituosa, obtenida de la destilación de vino de uva Palomino, en su mayoría, representa una importante fuente de recursos para la provincia, y además aporta un gran valor añadido.

Durante el pasado ejercicio, y pese a que se ha producido un leve descenso en las exportaciones, las ventas han supuesto unos 500 millones de euros. En el año 2005 salieron a los mercados nacionales e internacionales desde las 32 bodegas que forman la Denominación de Origen del Brandy de Jerez unos 75 millones de botellas de 0,7 litros. De este total, el 65% corresponde al consumo español y el 35% al extranjero.

Al contrario de lo que ocurre con el vino de Jerez, la mayor parte del consumo de este producto se realiza dentro de las fronteras nacionales, aunque no precisamente en Andalucía, sino en el norte, en el centro y en la costa de Levante.

Consumo popular

Asociado a un consumidor masculino y maduro, que toma brandy con el café, en el popular carajillo, a esta bebida espirituosa le queda mucho por decir en el ámbito del trago largo, es decir, en el consumo combinado con refrescos y hielo, todavía por explotar en las estrategias de venta de las bodegas.

Desde que las grandes casas productoras pasaron a manos de firmas multinacionales, este producto formó parte de un largo catálogo de bebidas, entre las que se encuentra el whisky, la ginebra o el ron, entre otros. Esto ha sido determinante para que las productoras más fuertes no hayan tenido especial interés en promocionar la bebida jerezana, ya que el consumidor ha estado demandando otras de su propia compañía. A pesar de esto, el brandy se ha consolidado, a lo largo de los últimos diez años, con una media de 75 millones de botellas vendidas al año.

Además, es la bebida espirituosa española que más se exporta, llegando a alcanzar el 50% de las cifras de ventas al extranjero de este tipo de bebidas. Los países importadores de este producto gaditano son Filipinas, México y Alemania, por orden de importancia, entre los que sobresale Filipinas, donde las ventas alcanzaron los 14,5 millones de botellas en 2003.

Competencia desleal

En este último ejercicio, las exportaciones al conjunto de islas filipinas han sufrido un notable descenso debido a la subida de impuestos y a la competencia desleal, tal y como denuncia el secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Brandy de Jerez, Ricardo Rebuelta, «estamos pagando 40 veces más impuestos que las bebidas de similares características que se producen allí». Esto ha producido una ralentización en el acortamiento de las distancias entre las ventas nacionales e internacionales.

Aunque la época dorada de este caldo de alta graduación fueron los años setenta, las bodegas han sabido mantenerse buscando mercados externos. En la actualidad se ha convertido en un sector que, lejos de estar en crisis, se enfrenta a nuevos mercados con un producto de calidad, versátil y una amplia gama de posibilidades.