La sociedad polaca se lanza a los hospitales para donar sangre
Organizaciones humanitarias abren una campaña nacional para recaudar fondos
Actualizado: GuardarLos gestos de solidaridad y pesar con las víctimas del accidente de Katowice se sucedieron ayer en toda Polonia y llegaron también de otros países europeos. En señal de dolor y tristeza por la muerte de tantos compatriotas, el presidente de la República, Lech Kaczynski, decretó duelo nacional hasta el próximo miércoles.
Los centros de donación de sangre de la región de Silesia, de la que Katowice es la capital, y de las provincias cercanas estaban saturados de trabajo. Cáritas, Acción Humanitaria Polaca y varias decenas más de organizaciones humanitarias abrieron una campaña nacional de recaudación de fondos para crear un sistema eficaz de ayuda económica para las víctimas del siniestro y sus familiares.
«Me siento conmovido, porque me he enterado de que ayer, cuando en los hospitales se conoció la noticia del accidente, a nadie hubo que llamar para que se presentase en el trabajo, ya que todos, los médicos, enfermeras y el personal auxiliar, como un solo hombre, acudieron a sus puestos», declaró el primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz.
El presidente de la República, el presidente del Sejm, la Cámara Baja del Parlamento y el presidente del Gobierno, asignaron un millón de zlotys -unos 250.000 euros- cada uno como fondo de ayuda para los afectados. «Si ese dinero no resulta suficiente, nos haremos cargo de los gastos que surjan para que nada falte a las víctimas y sus familiares», señaló el jefe del Estado, Lech Kaczynski.
Kaczynski recibió el apoyo de numerosos colegas europeos. El rey Juan Carlos, así como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, mandaron sus condolencias tan pronto conocieron el desastre.
También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, manifestó su pesar por las víctimas por el hundimiento del centro de exposiciones de Katowice, al tiempo que el presidente francés, Jacques Chirac, expresó a Kaczynski su «profunda emoción» por el siniestro, y le dio el pésame en su nombre y en el del pueblo francés.
Desde el Vaticano, Benedicto XVI expresó su solidaridad . Tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa se refirió en polaco «al trágico accidente en el que perdieron la vida numerosas personas». «Confío a la misericordia de Dios a todos los desaparecidos y me uno en espíritu a sus familiares», dijo en su oración.