ESPAÑA

Cinco muertos al estrellarse un caza militar y un helicóptero civil

El avión del Ejército se accidentó en Badajoz en un vuelo de instrucción por causas desconocidas, falleciendo un alférez y un capitán de la base de Talavera La Real El mal tiempo pudo motivar la caída de la otra aeronave en un paraje de Lorca

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Un caza F-5 y un helicóptero civil sufrieron ayer sendos accidentes, donde perdieron la vida cinco personas, dos de ellos militares del Ala 23 de la Base Aérea de Talavera la Real. Ambos siniestros se produjeron sobre la una del mediodía. En el accidente civil murieron tres personas, mientras que en el militar en el F-5 volaban únicamente un capitán instructor y un alférez. El mal tiempo parece ser la causa de ambos siniestros.

Los dos militares perdieron la vida durante una misión de adiestramiento al estrellarse su avión, un caza F-5, en las inmediaciones de Burguillos del Cerro. Los fallecidos son el capitán instructor Raúl Garzón Ruiz, de 31 años y natural de San Fernando y su alumno, el alférez Gabriel Garrido Muñoz, de 24, que en el momento del accidente recibía una clase de vuelo. Ambos prestaban servicio en el Ala 23 de la Base Aérea de Talavera la Real, a 13 kilómetros de Badajoz.

El Ejército del Aire ha abierto una investigación para tratar de averiguar las causas del siniestro, que algunas fuentes militares achacaron a las condiciones meteorológicas adversas en la zona. El avión perdió el contacto con la torre de control de la base sobre las 12.45 horas, poco después de iniciado el entrenamiento, sin que los controladores pudieran explicarse el motivo.

Búsqueda

De inmediato, Defensa y la Delegación del Gobierno activaron un dispositivo de búsqueda con medios de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. Este operativo no dio frutos hasta las 16.00 horas, cuando los servicios de rescate localizaron en Burguillos del Cerro, a tres kilómetros escasos de la base, los cuerpos sin vida de los dos militares y los restos de la aeronave. El F-5A Northrop suele usarse en misiones de entrenamiento.

Por otra parte, tres personas murieron ayer al estrellarse el helicóptero en el que viajaban en la sierra de La Tercia, en el municipio murciano de Lorca. Hasta el momento se desconocen las causas del siniestro aunque se barajan como hipótesis más probables el mal tiempo o un fallo mecánico en el aparato.

El accidente se registró poco antes de la una de la tarde en el paraje conocido como El Comino en la pedanía de La Hoya en Lorca. El aparato, un Robinson 244, perteneciente a la empresa Centros Ecológicos Andaraz S. L., con sede en un municipio de Almería, chocó contra la ladera de un monte y posteriormente se incendió. Los fallecidos son el dueño del aparato, un empresario almeriense de 55 años, Juan Hernández, y dos trabajadores del aeropuerto de Almería. Los tres se dirigían a comer con amigos a un pueblo de Murcia.

Primeros en acudir

Los primeros en acudir a la zona fueron dos trabajadores de la construcción que realizaban labores de enlosado en una vivienda situada a unos dos kilómetros del lugar del accidente. Los dos obreros sacaron del helicóptero a dos de los ocupantes, ya fallecidos, mientras que el tercero no fue localizado hasta que los servicios de Protección Civil y Bomberos levantaron parte del fuselaje.

El director general de Protección Civil de Murcia, Guillermo Insa, aseguró que el helicóptero «estaba realizando un servicio civil ya que había sido contratado por unos particulares» para realizar un vuelo entre Aguadulce (Almería) y Bullas (Murcia). Aunque, de momento, no está claro el motivo del viaje diversas fuentes aseguran que los fallecidos se trasladaban a la localidad murciana para acudir a una celebración.

El alcalde de Lorca, Miguel Navarro, se personó en el lugar del siniestro poco después de producirse y destacó que como la zona es de difícil accesibilidad poco podrían haber hecho los servicios de emergencia «de haber llegado antes al helicóptero», que quedó prácticamente calcinado.

El concejal de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento de Lorca, Josías Martínez, dijo que el aparato podría «haber chocado con algún pino y no ha conseguido remontar el vuelo; la zona es muy agreste, con varios montículos que», al parecer, «el piloto no ha podido sortear», declaró el edil de Lorca.