Zapatero llega a un acuerdo global con CiU sobre el Estatuto de Cataluña
Moncloa anunció anoche el pacto tras seis horas de reunión, pero remitió a una comparecencia hoy de Artur Mas para conocer su contenido Los 'barones' socialistas respaldan al presidente, pero le reclaman acabar en breve el proceso, que perjudica al partido
Actualizado: GuardarAcuerdo de última hora. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó anoche a un «acuerdo global» sobre el proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña con los máximos responsables de Convergéncia i Unió (CiU), Artur Más y Josep Antoni Durán Lleida, informó a Efe el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda.
Moraleda precisó que a este acuerdo se llegó en el transcurso de una reunión de seis horas celebrada, a lo largo del sábado por la tarde en Moncloa, entre el jefe del Ejecutivo y el presidente de CiU, Artur Mas. Ambos interlocutores estuvieron en contacto «directo y permanente» con el secretario general de CiU, Durán Lleida, señaló el secretario de Estado.
Agregó que hoy, domingo, Artur Más celebrará una conferencia de prensa en la que dará a conocer los acuerdos alcanzados durante la reunión de ayer sábado en Moncloa con el presidente Rodríguez Zapatero.
Fernando Moraleda declinó comentar las materias concretas del proyecto de reforma del Estatut que fueron tratadas durante el encuentro de ayer, y se remitió a la cita informativa de Artur Más mañana, sin que se sepa todavía el lugar donde se celebrará
Por la mañana, y en el transcurso de la reunión del comité federal del PSOE, Zapatero se mostró convencido de llegar pronto a un acuerdo, como le pedían los 'barones' para no perjudicar más al partido. Zapatero, que obtuvo el respaldo unánime del comité a la negociación sobre el Estatuto catalán para una salida que convenza a ambas partes. Sólo la federación extremeña del PSOE se desmarcó del proceso y se enzarzó en un duro cruce de reproches con el Partido de los Socialistas Catalanes, que acusaron al presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de «traición».
Los socialistas salieron de la reunión del comité federal convencidos de que resolver su principal problema, el 'Estatut', es cuestión de días. El jefe del Ejecutivo no pudo acudir al máximo órgano entre congresos del PSOE con el acuerdo bajo el brazo, pero dejó bien claro que el asunto está encarrilado y que el texto «respetará la Constitución y una financiación autonómica justa y solidaria».
Antes del acuerdo de anoche con CiU, Rodríguez Zapatero pidió a los partidos catalanes que hagan «el último esfuerzo» y cierren con el PSOE un acuerdo beneficioso para toda España. «Si lo logramos -subrayó-, esta tarea formará parte de la hoja de servicios, ya muy repleta, que tenemos con España, con su integración y con la democracia», recalcó.
En el debate a puerta cerrada, la mayoría de los integrantes del comité federal -entre ellos los 'barones' José María Barreda, Marcelino Iglesias y Emilio Pérez Touriño- reclamaron al Ejecutivo central que termine «cuanto antes» con un proceso estatutario que perjudica al PSOE en el resto de territorios y que «eclipsa» las políticas del Gobierno.
Sin embargo, el enfrentamiento entre catalanes y extremeños parecía inevitable después de que el jueves Juan Carlos Rodríguez Ibarra solicitara al Gobierno que aplazara las negociaciones hasta alcanzar un pacto con el PP. La respuesta llegó ayer por parte de la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, quien denunció que frenar ahora las conversaciones «sería traicionar el proyecto socialista, a los electores y dar la razón al PP».
«Toro empitonado»
Como Ibarra no estaba presente, fue el portavoz del PSOE extremeño, Francisco Fuentes, quien recordó que el PSC se comprometió a llevar a las Cortes un texto constitucional que no acarreara ningún problema a los socialistas: «Menos mal. Yo no voy a definir esto como una traición, pero no vino como se nos dijo». Además, afeó a sus compañeros catalanes que alentaran un Estatuto «que es como un toro empitonado que han soltado al ruedo. Al menos podían haberle afeitado los cuernos».
El resto de federaciones se desmarcó sin estridencias del PSOE extremeño. El dirigente andaluz Luis Pizarro rechazó paralizar la reforma, pero también demandó zanjar el asunto «de una vez». Además del portavoz extremeño, José Acosta fue el otro díscolo de la reunión. Aunque su peso en el PSOE es cada vez menor, el diputado madrileño criticó el desgaste sufrido y se preguntó cómo recuperar el espacio electoral perdido.
Antes de hacer llegar su última propuesta a CiU y ERC, Zapatero agradeció a su equipo negociador el trabajo en pro del acuerdo. Fue uno de los pocos aplausos que cosechó su intervención inicial. Dirigentes de diversas federaciones con los catalanes al frente secundaron después esa felicitación e incluso Alfredo Pérez Rubalcaba salió del cónclave «santificado» por las alabanzas de sus compañeros, entre ellos Rafael Simancas, quien se dirigió a él como «San Alfredo».
«Hacer piña»
Pasqual Maragall tomó la palabra para subrayar que Cataluña es una nación y reclamar al PSOE que haga «piña» con los partidos catalanes en el tramo final de las conversaciones. Aseguró que la Generalitat colaborará con la solidaridad interterritorial, pero advirtió de que demandará más infraestructuras. Zapatero le replicó que «quien hace y decide la solidaridad interterritorial es el Gobierno central» y solicitó a Cataluña que «no se limite a crecer hacia dentro, que se abra al mundo y no se quede permanentemente enfrascada en su identidad, que hay que reconocer».
La intervención más aplaudida fue la de Ramón Jáuregui, quien pidió a sus compañeros que estén «más unidos que nunca» y acompañen a Zapatero «con más convicción». Cree que el PP ha decidido «ir a por él» porque su proyecto representa «la modernidad» y acaba con «el universo de la derecha: la familia tradicional, la patria excluyente y la sexología biologicista».
El presidente agradeció sus palabras, aunque le replicó que no se siente solo, sino «muy apoyado» por el PSOE. No obstante, instó a los suyos a no amilanarse «ante los profetas del miedo» del PP y les pidió que se pongan a preparar las municipales y autonómicas de 2007.
Expectativas
Los partidos catalanes que apoyan el 'Estatut' esperaban que hoy el PSOE les diera a conocer una nueva oferta de financiación que integre dos mejoras básicas: una mayor cesta de impuestos y cambiar el modelo de la Agencia Tributaria en Cataluña. En este momento, la cesta de impuestos cedidos a las autonomías se compone del 33% del IRPF -con capacidad normativa en el tramo autonómico-, el 35% del IVA -sin capacidad normativa- y el 40% de los impuestos especiales -sobre alcohol, tabaco y gasolinas- en estos tributos, con capacidad normativa sólo en carburantes, que en el caso de Cataluña se ejemplificó con la aplicación del llamado 'céntimo sanitario'.