Los siete encarcelados usaban la mezquita de Vilanova para instruir a los kamikaze
El juez Grande-Marlaska toma declaración a los otros terroristas islámicos detenidos en la redada conjunta en Cataluña, Madrid y el País Vasco
Actualizado: GuardarLos siete islamistas encarcelados por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu habían convertido la mezquita Al Furkan de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en un centro de proselitismo para la yihad (guerra santa) y dedicaban la oración del viernes, la más importante para los musulmanes, a los terroristas suicidas que provocan las masacres en Irak.
La mezquita, según describe el auto de prisión del juez, era el centro de operaciones de esta célula terrorista, que se dedicaba desde 2003 a reclutar, adoctrinar y enviar mujahidines a Irak para que engrosasen las células terroristas de Al Qaeda, lideradas por Abu Musab Al Zarqaui, y se inmolasen como mártires en atentados suicidas indiscriminados.
La célula, integrada en el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), el principal socio de la red Al Qaeda en Europa y organizador de la masacre del 11-M, profesaba una interpretación muy estricta del Islam y tenía copado el control de la mezquita. El líder de la célula, Mohamed Mrabet, era también el director del templo, y otro de los islamistas más destacados y líder ideológico del grupo, Mohamed Samadi, era el imán.
Ataque en Nasiriya
El juez confirma en su escrito que entre los numerosos mujahidines, que el grupo de Mrabet envió a Irak está el argelino Bellil Belgacem, uno de los dos terroristas suicidas que el 12 de noviembre de 2003 hizo estallar un vehículo cargado con explosivos en Nasiriya (Irak) y provocó la muerte de 30 personas, entre ellas 19 militares italianos.
Andreu encarceló por pertenencia a banda armada al imán Samadi; al líder ideológico, coordinador y dinamizador de la célula radical, Mrabet -quien se comunicaba con los responsables del GICM, se encargaba de recaudar el dinero y de realizar labores de proselitismo y de captación-, y al hermano del jefe, Mounir Mrabet.
El magistrado también envió a prisión a Hassan Mordoule, mujahidín captado por la célula que intentó sin éxito llegar a Irak vía Siria en febrero de 2004; a Mustafá Fawzi, encargado de la infraestructura del grupo; a Mustafá Es Satty, persona de la plena confianza de Mrabet que daba cobertura a un importante miembro del islamismo radical, conocido como Abdulah; y a Abdelhak Boudina, uno de los fundadores y dirigentes de la Asociación Cultural Islámica, que participa en la reuniones del grupo y se encarga de la financiación, mediante la recaudación de donativos en la mezquita y en la asociación.
El juez Fernando Grande-Marlaska tomaba el sábado, al cierre de esta edición, declaración a los otros doce arrestados en la redada, presuntos miembros de otra célula islamista relacionada con la Vilanova -donde también residen ocho de ellos-, pero que tiene su base de operaciones en Madrid. Este grupo también captaba suicidas para los comandos de Al Zarqaui, pero además había creado una infraestructura de acogida para los terroristas que regresaban de terminar su entrenamiento y participación en las masacres iraquíes.
El lunes está previsto que presten declaración en la Audiencia Nacional el jefe de estas dos células terroristas, Omar Nakhcha, arrestado el viernes por la Policía Nacional en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), y los dos islamistas que estaban con él en el momento de la detención. Nakhcha está considerado por la Policía como un dirigente del GICM y como la persona que usó la red europea de este grupo terrorista para facilitar la huida de tres de los terroristas del 11-M.