Los 'barones' del PSOE respaldan la financiación de Solbes y creen que el 'Estatut' se aprobará en breve
Los líderes territoriales piden al presidente de la Generalitat que anteponga el interés general del partido al de los socialistas catalanes Algunos dirigentes dejan la puerta abierta a la retirada del proyecto
Actualizado:Los líderes territoriales del PSOE están convencidos de que el acuerdo sobre el Estatuto de Cataluña es «cuestión de días». Esa fue la conclusión a la que llegaron los presidentes autonómicos y secretarios generales socialistas tras la cena que el martes les ofreció José Luis Rodríguez Zapatero en el palacio de La Moncloa. No obstante, destacados dirigentes como Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Emilio Pérez Touriño dejaron la puerta abierta a la retirada del proyecto, una posibilidad a la que trataron de restar dramatismo.
En el encuentro, relevantes barones socialistas instaron al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, a anteponer el interés del PSOE al del PSC. Sin embargo, y a diferencia de lo ocurrido el pasado noviembre, la cena fue «agradable y distendida». A ello contribuyeron las enmiendas presentadas por el grupo socialista en diciembre en el Congreso, que pretenden arrancar cualquier aspecto inconstitucional del texto, y la «tranquilizadora» postura del ministro de Economía, Pedro Solbes, en la negociación del sistema de financiación.
Los presidentes llegaron a La Moncloa a las 20.30 horas y permanecieron allí hasta la una de la madrugada. El jefe del Ejecutivo esperó a los postres para informar del asunto que todos tenían en mente: el Estatuto de Cataluña. En su intervención, Zapatero pidió a todos los líderes autonómicos que trabajen para que el texto salga adelante, porque de esa forma le ayudarán a cumplir con su programa electoral. Aseguró además que la negociación «va bien», a pesar de que persisten los principales problemas, y confió en zanjar el asunto «cuanto antes».
La cautela de Rubalcaba
Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz parlamentario y principal negociador del Estatut por el PSOE, más cauto que Zapatero, informó de que el acuerdo aún «se puede conseguir». Los líderes territoriales consideran que el 90% del texto ya está acordado, pero el 10% restante es decisivo, ya que está pendiente de pactar el sistema de financiación y la definición de Cataluña.
En la cena también estuvieron presentes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Francisco Vázquez; el secretario de Organización socialista, José Blanco; y el de Política Autonómica, Alfonso Perales.
El presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se mostró convencido de que el Estatuto no recogerá en su articulado el término nación, de que Cataluña no tendrá una agencia tributaria propia. «Puede haber Estatuto catalán, pero se parecerá muy poco al que entró en el Congreso», zanjó. Su homólogo gallego, Emilio Pérez Touriño, añadió que no sería «un drama nacional» la ausencia de un acuerdo. El propio Zapatero admitió esa posibilidad, y dijo que si ocurriera no pasaría nada porque formaría parte de la normalidad democrática.
Todos los barones socialistas coincidieron en su rechazo frontal a la pretensión de que Cataluña tenga un modelo de financiación específico que, además, permita a la Generalitat poner topes a la solidaridad que aporta al resto del Estado. Así, instaron a Maragall y a José Montilla, primer secretario del PSC, a dejar a un lado la parte más «egoísta» de sus reivindicaciones.
Los presidentes autonómicos reconocieron ante Zapatero que la incertidumbre es menor porque la postura defendida por Pedro Solbes les «tranquiliza». Consideran que la fórmula del vicepresidente segundo es la «adecuada» porque se opone a que Cataluña tenga un sistema de financiación específico y similar al cupo del País Vasco y Navarra.
Según explicaron algunos de los comensales, el secretario general del Partido Socialista de Madrid, Rafael Simancas, afeó a Maragall y a Montilla que hayan antepuesto el interés del PSC al del conjunto del PSOE en estos últimos años. Una crítica que numerosos barones han hecho en privado.
El 'caso Tamayo'
En este sentido, Zapatero reconoció que la negociación del Estatuto está perjudicando al PSOE, pero restó importancia a este desgaste y recordó a Simancas que parecía «más difícil» remontar hace tres años el 'caso Tamayo', que arrebató al secretario general del PSM la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Al final, le recordó, «las aguas volvieron a su cauce».
La mayoría de los asistentes instó a los negociadores a cerrar cuanto antes el acuerdo porque se acercan los comicios autonómicos y municipales de 2007. Los barones se mostraron partidarios de que Cataluña reforme su Estatuto, pero advirtieron a Maragall y a Montilla que el Congreso sólo aprobará un texto «impecablemente constitucional» para impedir que el PP lo pueda recurrir al Constitucional. El primer secretario del PSC se mostró conforme.