El Cádiz ya no busca delantero centro en el mercado invernal. Al menos de momento. El gran inicio de año protagonizado por Alexander Medina y Nenad Mirosavljevic han cambiado los planes de la secretaría técnica amarilla. Una vez remitidos los problemas físicos del uruguayo y con el balcánico cargado de moral -su gran lastre desde que llegó a la Tacita de Plata-, el peligro ofensivo del bloque amarillo ha ganado muchos enteros. Y han comenzado a llegar los resultados. 2006 ha venido cargado de ilusión para el cadismo y de victorias para el equipo de Víctor Espárrago. Mortadelo ha pasado a ser Mirosavljevic y Medina ya no es una bacalá que se trajo el técnico charrúa para seguir haciendo vestuario. El tiempo da y quita razones y, por el momento, el tiempo se alía con el míster cadista.