Testimonios del coronavirus

Carta de una médica contagiada: «Tardé casi tres meses en empezar a encontrarme mejor»

«Ser médico en estas situaciones no ayuda, pues sabía perfectamente que la cosas se estaban complicando mucho»

Test para el Covid Archivo ABC

Cristina Martín

Me contagié de coronavirus al principio. Tuve síntomas leves, salvo un cansancio extremo que me recordaba al que sentí cuando tuve cáncer hace años. No tuve fiebre, ni casi tos.

Me aislé totalmente con la suerte de poder ver a mi familia a través de un cristal. Al principio me sentía asustada, pero por otro lado agradecida de que me hubiera tocado un cuadro leve y que por tanto a las dos semanas podría volver al trabajo y con algo de inmunidad.

Sin embargo, el día 18 tras el inicio de los síntomas recuerdo perfectamente cómo, a las 11 de la noche, empecé a toser y las flemas llevaban sangre. No lo podía creer. Los dos últimos días ya me encontraba perfectamente. Sentía un escozor a la altura del esternón. Me asusté, la enfermedad se estaba complicando. Fui al hospital, tenía neumonía , ¿por el coronavirus, o quizás una sobreinfección bacteriana?.

Me quedé ingresada. Al día siguiente comencé a tener dolor en el costado derecho y fiebre , pero mi oxigenación siempre estaba bien. Soy una persona muy fuerte, pero dos días después el dolor era insoportable . Quizás era un trombo, este virus puede producirlos. Me anticoagularon, el pánico se apoderó de mí. Ser médico en estas situaciones no ayuda, pues sabía perfectamente que la cosas se estaban complicando mucho .

Se confirmó la embolia de pulmón . Me tenían que ayudar hasta para comer, el dolor no me dejaba moverme. Escribí una carta a mis hijos diciéndoles que son maravillosos, que les quería. No sabía si lo iba a superar.

Los diez días de hospitalización fueron muy duros, el aislamiento es terrible. Las puertas siempre cerradas...deseaba que entrara el médico, las enfermeras y las señoras de la limpieza para sentir algo de calor humano. Todos siempre fueron muy cariñosos .

Se confirmó la embolia de pulmón, estaba anticoagulada, aterrada porque aún tosía algo de sangre y no quería ni pensar que podía sangrar más con la anticoagulacion.

A los diez días volví a casa. Al salir del hospital me di cuenta de que había envejecido 20 años. Casi no podía andar, el dolor del pulmón no me dejaba respirar bien. Llegué a casa y me encerré de nuevo en la habitación. Debía estar otras dos semanas aislada .

A los siete días comencé con un dolor en las costillas derechas. Seguía con 120 latidos por minutos que creían que se debía a la ansiedad. Me mandaron volver al hospital, tenía un derrame pleural, es decir, líquido en el pulmón . Por fin un cardiólogo me dijo que el coronavirus estimula el corazón y produce taquicardias, no era ansiedad.

Me dolía todo el cuerpo. Volví a casa. Comenzó lo peor. Sensación de angustia constante, pesadillas nocturnas que me hacían despertar gritando, perdí 25 kilos. Comenzaron las compulsiones por lavarme las manos. No podía más. El día que salí de la habitación me costaba caminar. Seguía con mascarilla por si el derrame era infeccioso, ya me habían hecho una PCR de control y era negativa.

No podía tocar nada, no podía abrazar a mis hijos, el miedo a poder "contaminarles" no me dejaba razonar. Tres semanas después pedí ayuda a los psiquiatras, no podía vivir así. Tardé casi tres meses en empezar a encontrarme mejor, sobre todo mentalmente. Salir a la calle fue todo un suplicio, el miedo no me dejaba vivir. Sudaba, me dolía el estómago. Cada vez que tenía que volver al hospital a revisión lo vivía con terror.

Por fin empecé a sentirme mejor, la taquicardia tardó tres meses en desaparecer. Comencé a salir a pasear a horas en que no hubiera gente. A los seis meses, de repente, se me inflamaron las articulaciones de la mano izquierda , no me lo podía creer, una artritis por el coronavirus después de tanto tiempo. Unos días después tuve que salir corriendo al hospital por toser sangre .

Ahora sigo intentando mantener la calma y disfrutar cada día con mis hijos manteniendo una vida tranquila e intentando no pensar si me pasará algo más.

A pesar de todo, ha habido momentos bellos , como un día que fui a revisión y mis compañeros me dibujaron una pancarta diciéndome que me querían; el primer día que abracé a mis hijos ; cuando ellos y mi marido iban a verme a través de un cristal y pasaban horas allí hablándome por teléfono; o mi maravillosa hija que, con solo 14 años, se hizo cargo de la casa junto a mi marido. Mis padres que escuchaban mis lloros y me decían, "esto pasará, tranquila". El resto de la familia nos hacía la compra y animaba, igual que los amigos o los pacientes que se enteraron. Quiero aradecer, también, a todos los que me atendieron , su alegría, que me ayudaran a desahogarme y su apoyo contante.

* Cristina Martín Márquez es médica, tiene 43 años y trabaja en un hospital de Madrid.

Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el coronavirus puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es

Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación